Página 351 - Los Hechos de los Ap

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La última carta de Pablo
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afrontar las tentaciones, sobreponerse a ellas y cumplir los deberes
que Dios le impone. La naturaleza de la gracia que recibe aumenta
su capacidad para conocer a Dios y a su Hijo. Su alma se desvive
para realizar un servicio aceptable para su Maestro. A medida que
avanza en el camino cristiano, se esfuerza “en la gracia que es en
Cristo Jesús.” Esta gracia le habilita para ser un testigo fiel de las
cosas que ha oído. No desprecia ni descuida el conocimiento que ha
recibido de Dios, sino que lo entrega a hombres fieles, quienes a su
vez lo enseñarán a otros.
En ésta su última carta a Timoteo, Pablo levanta ante el joven
obrero un elevado ideal, puntualizando los deberes que le correspon-
den como ministro de Cristo. “Procura con diligencia presentarte
a Dios aprobado—escribió el apóstol,—como obrero que no tiene
de qué avergonzarse, que traza bien la palabra de verdad.” “Huye
también los deseos juveniles; y sigue la justicia, la fe, la caridad,
la paz, con los que invocan al Señor de puro corazón. Empero las
cuestiones necias y sin sabiduría desecha, sabiendo que engendran
contiendas. Que el siervo del Señor no debe ser litigioso, sino manso
para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre
corrija a los que se oponen: si quizá Dios les dé que se arrepientan
para conocer la verdad.”
Le amonesta contra los falsos maestros que intentarían levantarse
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en la iglesia. “Esto también sepas—declaró,—que en los postreros
días vendrán tiempos peligrosos: que habrá hombres amadores de sí
mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, detractores, desobedientes
a los padres, ingratos, sin santidad ... teniendo apariencia de piedad,
mas habiendo negado la eficacia de ella: y a éstos evita.”
“Mas los malos hombres y los engañadores, irán de mal en peor—
continuó,—engañando y siendo engañados. Empero persiste tú en lo
que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido;
y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales
te pueden hacer sabio para la salud.... Toda Escritura es inspirada
divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para
instituir en justicia, para que el hombre de Dios sea perfecto, entera-
mente instruido para toda buena obra.” Dios ha provisto abundantes
medios para tener éxito en la guerra contra la maldad que hay en el
mundo. La Biblia es el arsenal donde podemos equiparnos para la
lucha. Nuestros lomos deben estar ceñidos con la verdad. Nuestra