Página 70 - Los Hechos de los Ap

Basic HTML Version

66
Los Hechos de los Apóstoles
en la tierra. En los días de la teocracia, cuando Moisés estaba em-
peñado en llevar solo cargas tan gravosas que pronto lo agotarían
bajo su peso, Jetro le aconsejó que planeara una sabia distribución
de las responsabilidades. “Está tú por el pueblo delante de Dios—le
aconsejó Jetro,—y somete tú los negocios a Dios. Y enseña a ellos
las ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino por donde anden,
y lo que han de hacer.” Jetro aconsejó además que se escogieran
hombres para que actuaran como “caporales sobre mil, sobre ciento,
sobre cincuenta y sobre diez.” Estos habían de ser “varones de virtud,
temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia.”
Ellos habían de juzgar “al pueblo en todo tiempo,” aliviando así a
Moisés de la agotadora responsabilidad de prestar atención a muchos
asuntos menores que podían ser tratados con sabiduría por ayudantes
consagrados.
[77]
El tiempo y la fuerza de aquellos que en la Providencia de Dios
han sido colocados en los principales puestos de responsabilidad
en la iglesia deben dedicarse a tratar los asuntos más graves que
demandan especial sabiduría y grandeza de ánimo. No es plan de
Dios que a tales hombres se les pida que resuelvan los asuntos
menores que otros están bien capacitados para tratar. “Todo negocio
grave lo traerán a ti—le propuso Jetro a Moisés,—y ellos juzgarán
todo negocio pequeño: alivia así la carga de sobre ti, y llevarla
han ellos contigo. Si esto hicieres, y Dios te lo mandare, tú podrás
persistir, y todo este pueblo se irá también en paz a su lugar.”
De acuerdo con este plan, “escogió Moisés varones de virtud del
pueblo de Israel, y púsolos por cabezas sobre el pueblo, caporales
sobre mil, sobre ciento, sobre cincuenta, y sobre diez, Y juzgaban al
pueblo en todo tiempo: el negocio arduo traíanlo a Moisés, y ellos
juzgaban todo negocio pequeño.”
Éxodo 18:19-26
.
Más tarde, al escoger setenta ancianos para que compartieran
con él las responsabilidades de la dirección, Moisés tuvo cuidado de
escoger como ayudantes suyos hombres de dignidad, de sano juicio
y de experiencia. En su encargo a estos ancianos en ocasión de su
ordenación, expuso algunas de las cualidades que capacitan a un
hombre para ser un sabio director de la iglesia. “Oíd entre vuestros
hermanos—dijo Moisés,—y juzgad justamente entre el hombre y su
hermano, y el que le es extranjero. No tengáis respeto de personas