Página 107 - El Hogar Cristiano (2007)

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Donde se establecerá el nuevo hogar
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El primer hogar fué un modelo
—El hogar de nuestros prime-
ros padres había de ser un modelo para cuando sus hijos saliesen
a ocupar la tierra. Ese hogar, embellecido por la misma mano de
Dios, no era un suntuoso palacio. Los hombres, en su orgullo, se
deleitan en tener magníficos y costosos edificios y se enorgullecen
de las obras de sus propias manos; pero Dios puso a Adán en un
huerto. Esta fué su morada. Los azulados cielos le servían de techo;
la tierra, con sus delicadas flores y su alfombra de animado verdor,
era su piso; y las ramas frondosas de los hermosos árboles le servían
de dosel. Sus paredes estaban engalanadas con los adornos más
esplendorosos, que eran obra de la mano del sumo Artista.
En el medio en que vivía la santa pareja, había una lección para
todos los tiempos; a saber, que la verdadera felicidad se encuentra,
no en dar rienda suelta al orgullo y al lujo, sino en la comunión
con Dios por medio de sus obras creadas. Si los hombres pusiesen
menos atención en lo superficial y cultivasen más la sencillez, cum-
plirían con mayor plenitud los designios que tuvo Dios al crearlos.
El orgullo y la ambición jamás se satisfacen, pero aquellos que real-
mente son inteligentes encontrarán placer verdadero y elevado en
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las fuentes de gozo que Dios ha puesto al alcance de todos
Dios eligió un hogar terrenal para su Hijo
—Jesús vino a esta
tierra para realizar la obra más importante que haya sido jamás
efectuada entre los hombres. Vino como embajador de Dios para
enseñarnos cómo vivir para obtener los mejores resultados de la
vida. ¿Cuáles fueron las condiciones escogidas por el Padre infinito
para su Hijo? Un hogar apartado en los collados de Galilea; una
familia mantenida por el trabajo honrado y digno; una vida sencilla;
la lucha diaria con las dificultades y penurias; la abnegación, la
economía y el servicio paciente y alegre; las horas de estudio junto a
su madre, con el rollo abierto de las Escrituras; la tranquilidad de la
aurora o del crepúsculo en el verdeante valle; las santas actividades
de la naturaleza; el estudio de la creación y la providencia, así como
la comunión del alma con Dios: tales fueron las condiciones y las
oportunidades que hubo en los primeros años de la vida de Jesús
Hogares rurales en la tierra prometida
—En la tierra prome-
tida, la disciplina que había principiado en el desierto continuó en
circunstancias favorables a la formación de buenos hábitos. El pue-
blo no vivía apiñado en ciudades, sino que cada familia poseía su