La familia y la ciudad
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fusión constantes. En favor de sus hijos, deben evitar esto, pues el
apresuramiento y el ruido desmoralizan todo el organismo
Dificultades obreras
—Debido a la actuación de compañías mo-
nopolizadoras y a los resultados de las confederaciones obreras y las
huelgas, las condiciones de la vida en las ciudades se hacen cada vez
más difíciles. Graves disturbios nos aguardan, y muchas familias se
verán en la necesidad de abandonar la ciudad
La destrucción inminente
—Se acerca el tiempo cuando gran-
des ciudades serán arrasadas, y a todos se debe dar advertencia
acerca de esos juicios venideros
¡Ojalá que el pueblo de Dios tuviese un sentido de la destruc-
ción que amenaza a miles de ciudades ahora casi entregadas a la
idolatría
Por amor a las ganancias terrenales
—Es frecuente que los
padres no sean cuidadosos en cuanto a rodear a sus hijos con las
influencias correctas. Al elegir casa, piensan más en sus intereses
mundanales que en la atmósfera moral y social, y los hijos traban re-
laciones desfavorables para el desarrollo de la piedad y la formación
de un carácter íntegro....
Padres que denunciáis a los cananeos porque ofrecían sus hijos
a Moloc, ¿qué estáis haciendo vosotros? Ofrecéis un costosísimo
sacrificio a vuestro dios Mammón; y luego, cuando vuestros hijos
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se crían sin recibir amor y con un carácter desapacible, cuando
manifiestan impiedad decidida y tendencia a la incredulidad, culpáis
a la fe que profesáis porque no puede salvarlos. Cosecháis lo que
sembrasteis, el resultado de vuestro egoísta amor al mundo y de
vuestra negligencia con respecto a los medios de gracia. Mudasteis
vuestras familias a lugares de tentación; y no considerasteis esencial
el arca de Dios, vuestra gloria y defensa; y el Señor no realizó un
milagro para librar a vuestros hijos de la tentación
Las ciudades no ofrecen beneficios reales
—Ni una familia en
cien se beneficiará física, mental o espiritualmente por residir en la
ciudad. La fe, la esperanza, el amor y la felicidad se adquieren con
facilidad mucho mayor en los lugares retraídos, donde hay campos,
colinas y árboles. Alejad a vuestros hijos de los espectáculos y
ruidos de la ciudad, del traqueteo y bullicio de los tranvías y otros
vehículos, y tendrán mentes más sanas. Resultará más fácil grabar
en su corazón la verdad de la Palabra de Dios