Página 134 - El Hogar Cristiano (2007)

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El Hogar Cristiano
su obra en el temor y amor de Dios, a fin de que sus hijos resulten
en bendición para la familia y la sociedad.
El esposo y padre debe considerar todas estas cosas, no sea que
su esposa se vea recargada y así abrumada de abatimiento. Debe
procurar que la madre de sus hijos no se vea en situación tal que no
pueda atender con justicia a sus numerosos pequeñuelos y darles la
debida preparación
Los padres no deben aumentar sus familias más ligero de lo
que pueden cuidar y educar debidamente a sus hijos. El que haya
año tras año un niño en los brazos de la madre significa una gran
injusticia para ella. Reduce, y a menudo destruye, para ella el placer
social y aumenta la miseria doméstica. Priva a sus hijos del cuidado,
de la educación y de la felicidad que los padres tienen el deber de
otorgarles
Consejos a los padres de una familia grande
—La cuestión
que debéis decidir es ésta: “¿Estoy criando una familia de hijos
para fortalecer la influencia de las potestades de las tinieblas y para
aumentar sus filas, o estoy criando hijos para Cristo?”
Si no gobernáis a vuestros hijos ni modeláis su carácter para
satisfacer las exigencias de Dios, entonces cuantos menos sean los
hijos que sufran por vuestra educación deficiente, mejor será para
vosotros, los padres, y para la sociedad. A menos que los niños
puedan ser educados y disciplinados desde su infancia por una madre
sabia, juiciosa, concienzuda e inteligente que, modelando el carácter
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de ellos según la norma de justicia, gobierne a su familia en el temor
del Señor, es un pecado aumentar la familia. Dios os ha dado la
facultad del raciocinio y exige que la empleéis
Padres y madres, cuando sabéis que os falta conocimiento acerca
de cómo educar a vuestros hijos para el Maestro, ¿por qué no apren-
déis vuestras lecciones? ¿Por qué seguís trayendo al mundo hijos
para aumentar las filas de Satanás? ¿Agrada a Dios esta conducta?
Cuando veis que una familia numerosa tiene que recargar severa-
mente vuestros recursos, y que al llenarse de hijos las manos de la
madre, no le queda tiempo entre los nacimientos para hacer la obra
que toda madre necesita hacer, ¿por qué no consideráis el resultado
inevitable? Cada hijo substrae vitalidad a la madre, y cuando padres
y madres no hacen uso de razón en esto, ¿qué oportunidad tienen
ellos o sus hijos de ser debidamente disciplinados? El Señor invita a