Página 215 - El Hogar Cristiano (2007)

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Capítulo 44—El cuidado de los pequeñuelos
Actitudes correctas en la que amamanta
—El mejor alimento
para el niño es el que suministra la naturaleza. No debe privársele de
él sin necesidad. Es muy cruel que la madre, por causa de las conve-
niencias y los placeres sociales, procure libertarse del desempeño de
su ministerio materno de amamantar a su pequeñuelo
El período durante el cual el niño es nutrido por su madre es
crítico. A muchas madres, mientras amamantaban a sus pequeñue-
los, se les ha permitido trabajar en exceso y afiebrarse la sangre
cocinando. El mamante quedó gravemente afectado, no sólo por la
nutrición afiebrada del pecho materno, sino que su sangre fué en-
venenada por el régimen malsano de la madre, que inflamó todo su
organismo y con ello afectó la alimentación del niño. Este quedará
también afectado por la condición mental de la madre. Si ella es
desdichada e irritable, si se agita fácilmente y es dada a ataques de
ira, la nutrición que el niño recibe del pecho materno será inflamada,
y con frecuencia producirá cólicos y espasmos, y en algunos casos
convulsiones y ataques.
También el carácter del niño se ve afectado en mayor o menor
medida por la naturaleza del alimento que recibe de su madre. Cuán
importante es, pues, que mientras la madre amamante a su hijo se
mantenga en condición mental feliz, teniendo perfecto dominio de su
propio ánimo. Si obra así, la nutrición del niño no sufrirá perjuicio, y
la conducta serena de la madre dueña de sí en el trato que da a su hijo
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contribuirá mucho a amoldar la mente del niño. Si éste es nervioso
y se agita con facilidad, la actitud cuidadosa y reposada de la madre
ejercerá una influencia suavizadora y correctora, y mejorará mucho
la salud del infante
Cuanto más tranquila y sencilla la vida del niño, más favorable
será para su desarrollo físico e intelectual. La madre debería procurar
siempre conservarse tranquila, serena y dueña de sí misma
El alimento no reemplaza la atención
—Los infantes han su-
frido mucho por haber sido tratados incorrectamente. Por lo general,
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