Página 217 - El Hogar Cristiano (2007)

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El cuidado de los pequeñuelos
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agradable. Debe comprender la obligación de conservar sus fuerzas
para hacer frente a lo que de ella exigirá su cargo
Proporciónesele aseo, calor y aire puro
—Los infantes requie-
ren calor, pero se incurre muchas veces en el grave error de tenerlos
en cuartos caldeados y faltos de aire puro....
Debe evitarse a la criatura toda influencia que tienda a debilitar
o envenenar su organismo. Debe ejercerse el más escrupuloso cui-
dado para que cuanto la rodee sea agradable y limpio. Es necesario
proteger al pequeñuelo de los cambios repentinos y excesivos de
la temperatura; pero hay que cuidar de que cuando duerma o esté
despierto, de día o de noche, respire aire puro y vigorizante
El cuidado de los niños enfermos
—En muchos casos las enfer-
medades de los niños pueden achacarse a equivocaciones en el modo
de cuidarlos. Las irregularidades en las comidas, la ropa insuficiente
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en las tardes frías, la falta de ejercicio activo para conservar la buena
circulación de la sangre, la falta de aire abundante para purificar-
la, pueden ser causa del mal. Estudien los padres las causas de la
enfermedad, y remedien cuanto antes toda condición defectuosa.
Todos los padres pueden aprender mucho con respecto al cuidado
y a las medidas preventivas y aun al tratamiento de la enfermedad.
La madre en particular debe saber qué hacer en los casos comunes
de enfermedad en su familia. Debe saber atender a su enfermito. Su
amor y perspicacia deben capacitarla para prestar servicios que no
podrían encomendarse a una mano extraña
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El Ministerio de Curación, 297
.
Counsels on Diet and Foods, 228
.
El Ministerio de Curación, 295
.
A Solemn Appeal, 125, 126
.
Christian Temperance and Bible Hygiene, 141
.
El Ministerio de Curación, 295
.
Ibid.
El Ministerio de Curación, 299
.