Página 237 - El Hogar Cristiano (2007)

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Auxiliadores de la madre
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Los vincula con los obreros del cielo
—Si se les enseñara a
los niños a considerar el humilde ciclo de deberes diarios como la
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conducta que el Señor les ha trazado, como una escuela en la cual
han de prepararse para prestar un servicio fiel y eficiente, ¡cuánto
más agradable y honorable les parecería su trabajo! El cumplimiento
de todo deber como para el Señor rodea de un encanto especial aun
los menesteres más humildes, y vincula a los que trabajan en la tierra
con los seres santos que hacen la voluntad de Dios en el cielo
En el cielo se obra constantemente. Allí no hay ociosos. Dijo
Cristo: “Mi Padre hasta ahora obra, y yo obro.” No podemos suponer
que cuando llegue el triunfo final, y las mansiones estén preparadas
para nosotros, la ociosidad será nuestra porción y que descansaremos
felices, sin hacer nada
Fortalece los lazos familiares
—En la educación que reciben los
jóvenes en el hogar, el principio de la cooperación es valiosísimo....
Los mayores deberían ser los ayudantes de sus padres, y participar
en sus planes, sus responsabilidades y preocupaciones. Dediquen los
padres tiempo a la enseñanza de sus hijos, háganles ver que aprecian
su ayuda, desean su confianza y se gozan en su compañía, y los
niños no serán tardos en responder.
No sólo se aliviará la carga de los padres y recibirán los niños una
preparación práctica de inestimable valor, sino que se fortalecerán
los lazos del hogar y se harán más profundos los cimientos del
carácter
Contribuye a la excelencia mental, moral y espiritual
Tanto los niños como los jóvenes deben hallar placer en aliviar la
carga de sus padres mostrando un interés abnegado por las cosas del
hogar. Mientras llevan animosamente las cargas que les correspon-
den reciben una educación que los hará aptos para ocupar puestos
de confianza y utilidad. Cada año han de hacer progresos constantes,
dejando gradual pero seguramente a un lado la inexperiencia de la
infancia a cambio de la experiencia de la madurez. En el desempeño
fiel de los sencillos deberes del hogar, los muchachos y las niñas
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ponen el cimiento de la excelencia mental, moral y espiritual
Da salud al cuerpo y paz al espíritu
—La aprobación de Dios
descansa con amante seguridad sobre los hijos que alegremente
asumen su parte en los deberes de la vida doméstica, compartiendo
las cargas de sus padres. En recompensa tendrán salud del cuerpo y