Auxiliadores de la madre
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sobre precepto. Esto es mejor que leer novelas, hacer visitas, o seguir
las modas del mundo
Una visión del Modelo
—Durante un tiempo la Majestad del
cielo, el Rey de gloria, no era sino el Niño de Belén y sólo podía
representar al bebé en los brazos de su madre. En su infancia sólo
podía hacer el trabajo de un niño obediente mientras cumplía los
deseos de sus padres y los deberes que correspondían a su capacidad
de niño. Esto es todo lo que los niños pueden hacer, y debe educár-
selos para que puedan seguir el ejemplo de Cristo. El actuaba de una
manera que beneficiaba a la familia en la cual se encontraba, porque
estaba sujeto a sus padres y así realizaba obra misionera en la vida
del hogar. Escrito está: “Y el niño crecía, y fortalecíase, y se henchía
de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él.” “Y Jesús crecía en
sabiduría, y en edad, y en gracia para con Dios y los hombres.
Es el precioso privilegio de maestros y padres cooperar en lo
que respecta a enseñar a los niños a absorber la alegría de la vida de
Cristo mientras aprenden a seguir su ejemplo. Los primeros años del
Salvador fueron años de utilidad. Ayudaba a su madre en el hogar;
y estaba tan ciertamente cumpliendo su misión cuando ejecutaba
los deberes de la casa y trabajaba en el banco de carpintero como
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cuando se dedicaba a la obra pública de su ministerio
En su vida terrenal, Cristo fué un ejemplo para toda la familia
humana, fué obediente y servicial en el hogar. Aprendió el oficio
de carpintero, y trabajó con sus propias manos en el tallercito de
Nazaret. ... Mientras trabajaba en la infancia y la juventud, desarrolló
su mente y su cuerpo. No empleó temerariamente sus facultades
físicas, sino de una manera que lo mantuviese sano, y le permitiese
hacer el mejor trabajo en todo sentido
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El Ministerio de Curación, 306
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The Review and Herald, 23 de junio de 1903
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Manuscrito 57, 1897
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The Youth’s Instructor, 20 de julio de 1893
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Manuscrito 128, 1901
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Manuscrito 126, 1897
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Joyas de los Testimonios 1:143
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Joyas de los Testimonios 1:144
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Joyas de los Testimonios 1:145
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Christian Temperance and Bible Hygiene, 134, 135
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The Review and Herald, 13 de septiembre de 1881
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