Página 308 - El Hogar Cristiano (2007)

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El Hogar Cristiano
pueden ser una carga constante para la tesorería; y sin embargo, tal
vez piense esta madre que está haciendo lo mejor que puede, porque
nunca se le enseñó a restringir sus necesidades y las de sus hijos, y
nunca adquirió habilidad y tacto en los asuntos de la familia. Por
esto puede ser que una familia necesite para su sostén dos veces más
que otra igualmente numerosa.
Todos deben aprender a llevar cuentas. Algunos descuidan este
trabajo, como si no fuese esencial; pero esto es erróneo. Todos los
gastos deben anotarse con exactitud
Los males del despilfarro
—Agradó al Señor mostrarme los ma-
les que resultan de los hábitos de derroche, para que pueda amonestar
a los padres a que enseñen estricta economía a sus hijos. Enséñenles
que el dinero que gasten en lo que no necesitan ha recibido un uso
pervertido en vez del correcto
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Si tenéis hábitos de prodigalidad, eliminadlos de vuestra vida
en seguida. A menos que lo hagáis, estaréis en bancarrota para la
eternidad. Los hábitos de economía, laboriosidad y sobriedad son
para vuestros hijos una porción mejor que una rica dote.
Somos peregrinos y advenedizos en la tierra. No gastemos nues-
tros recursos en la satisfacción de deseos que Dios quiere vernos
reprimir. Representemos adecuadamente nuestra fe restringiendo
nuestros deseos
Un padre reprendido por su prodigalidad
—Vd. no sabe em-
plear el dinero económicamente ni aprende a restringir sus deseos
dentro de los límites de sus entradas. ... Tiene intenso deseo de obte-
ner dinero, para gastarlo libremente en lo que dicte su inclinación,
y su enseñanza y ejemplo han sido una maldición para sus hijos.
¡Cuán poco les interesan los buenos principios! Se vuelven cada vez
más olvidadizos de Dios, menos temerosos de desagradarle, más
impacientes por las restricciones. Cuanto más fácil es obtener dinero,
menos agradecimiento se siente
A una familia que superaba sus recursos
—Vd. debiera cuidar
de que sus gastos no excedan sus entradas. Limite sus deseos.
Es una gran lástima que su esposa sea tan parecida a Vd. en
cuanto a gastar recursos que le resulta imposible ayudarle en lo
que respecta a cuidar de las salidas pequeñas a fin de evitar las
pérdidas mayores. En la administración de su familia se producen
constantemente gastos inútiles. Su esposa se deleita en ver a sus