Página 48 - El Hogar Cristiano (2007)

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El Hogar Cristiano
tanto, que los jóvenes ciñan los lomos de su entendimiento y sean
precavidos en su conducta a fin de que Satanás no pueda seducirlos
y desviarlos de la integridad!
El engaño en los galanteos
—Un joven que se complace en la
compañía de una señorita y conquista su amistad a espaldas de sus
padres no desempeña un papel noble ni cristiano para con ella ni
para con sus padres. Puede ser que mediante comunicaciones y
citas secretas llegue a influir en el ánimo de ella, pero al hacerlo no
manifiesta la nobleza e integridad de alma que ha de poseer todo
hijo de Dios. Para lograr sus fines, los tales desempeñan un papel
carente de franqueza, que no concuerda con las normas de la Biblia,
y demuestran que no son fieles a quienes los aman y procuran ser sus
leales guardianes. Los casamientos contraídos bajo tales influencias
no concuerdan con la Palabra de Dios. El que quiso desviar de su
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deber a una hija y confundir sus ideas acerca de las claras y positivas
órdenes divinas en cuanto a amar y honrar a sus padres, no es persona
que quedaría fiel a sus obligaciones matrimoniales. ...
“No hurtarás,” fué escrito por el dedo de Dios en las tablas de
piedra, y sin embargo ¡cuántas veces se práctica y disculpa el hurto
solapado de los afectos! Se persiste en un galanteo engañoso y en un
intercambio de comunicaciones secretas hasta que los afectos de un
ser inexperto, que no sabe en qué puede resultar todo esto, se retraen
en cierta medida de sus padres y se fijan en quien, por su misma
conducta, se demuestra indigno de su amor. La Biblia condena toda
suerte de improbidad. ...
Sólo Dios conoce el pleno alcance de toda la desgracia oca-
sionada por esta manera solapada de llevar a cabo los galanteos y
casamientos. Sobre esta roca han naufragado muchas almas. En esto
cometen terribles errores aun personas que se dicen cristianas, cuya
vida se distingue por su integridad, y que parecen sensatas en todo
otro asunto. Revelan una voluntad obstinada que ningún razona-
miento puede cambiar. Se quedan tan fascinados por sentimientos e
impulsos humanos que no tienen deseo de escudriñar la Biblia ni de
estrechar su relación con Dios
Evítese el primer paso hacia abajo
—Cuando se ha violado un
mandamiento del Decálogo, es casi seguro que se darán otros pasos
hacia abajo. Una vez eliminadas las vallas de la modestia femenina,
la licencia más vil no parece excesivamente pecaminosa. ¡Ay! ¡Cuán