Página 55 - El Hogar Cristiano (2007)

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Los casamientos prohibidos
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pudiese llegar a ser la persona vacilante y llena de dudas que es
ahora. ¡Oh, qué cambio realizó ese casamiento imprudente!
Es algo peligroso aliarse con el mundo. Satanás sabe muy bien
que la hora del casamiento de muchos jóvenes, tanto de un sexo
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como del otro, cierra la historia de su experiencia religiosa y de
su utilidad. Quedan perdidos para Cristo. Tal vez hagan durante
un tiempo un esfuerzo para vivir una vida cristiana; pero todas sus
luchas se estrellan contra una constante influencia en la dirección
opuesta. Hubo un tiempo en que era para ellos un privilegio y un
gozo hablar de su fe y esperanza; pero luego llegan a no tener
deseo de mencionar el asunto, sabiendo que la persona a la cual han
ligado su destino no se interesa en ello. Como resultado, la fe en la
preciosa verdad muere en el corazón, y Satanás teje insidiosamente
en derredor de ellos una tela de escepticismo
Es arriesgar el cielo
—“¿Andarán dos juntos, si no estuvieren
de concierto?” “Si dos de vosotros se convinieren en la tierra, de
toda cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en
los cielos.” ¡Pero cuán extraño es el espectáculo! Mientras una de
las personas tan íntimamente unidas se dedica a la oración, la otra
permanece indiferente y descuidada; mientras una busca el camino
que lleva al cielo y a la vida eterna, la otra se encuentra en el camino
anchuroso que lleva a la muerte.
Centenares de personas han sacrificado a Cristo y el cielo al
casarse con personas inconversas. ¿Pueden conceder tan poco valor
al amor y a la comunión de Cristo que prefieren la compañía de
pobres mortales? ¿Estiman tan poco el cielo que están dispuestos
a arriesgar sus goces uniéndose con una persona que no ama al
precioso Salvador?
Unirse con un incrédulo es ponerse en el terreno de Satanás.
Vd. agravia al Espíritu de Dios y pierde el derecho a su protección.
¿Puede Vd. incurrir en tales desventajas mientras pelea la batalla
por la vida eterna?
Pregúntese: “¿Apartará un esposo incrédulo mis pensamientos
de Jesús? ¿Ama los placeres más que a Dios? ¿No me inducirá a
disfrutar las cosas en que él se goza? La senda que conduce a la vida
eterna es penosa y escarpada. No tome sobre sí pesos adicionales
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que retarden su progreso