Página 71 - El Hogar Cristiano (2007)

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La preparación doméstica
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ordinarios es el resultado de la insensatez; y en el resto de la vida
dará amplio motivo para lamentarla amargamente
Las jóvenes piensan que cocinar y hacer otras tareas de la casa
es trabajo servil; y por lo tanto, muchas que se casan y deben atender
a una familia tienen muy poca idea de los deberes que incumben a
la esposa y madre
Debiera ser ley que los jóvenes no se casaran mientras no sepan
cuidar de los hijos que pudiera tener la familia. Deben saber cuidar
de esta casa que Dios les dió. A menos que comprendan las leyes
que Dios estableció en su organismo, no pueden entender su deber
para con Dios o hacia sí mismos
Debiera enseñarse en el colegio
—La educación que los jóve-
nes de uno y otro sexo que asisten a nuestros colegios debieran
recibir en la vida doméstica, merece especial atención. En la tarea
de edificar el carácter es de gran importancia que se enseñe a los
alumnos que asisten a nuestros colegios a hacer el trabajo que se les
asigna y librarse de toda tendencia a la pereza. Han de familiarizarse
con los deberes de la vida diaria. Se les debiera enseñar a cumplir
bien y esmeradamente sus deberes domésticos, con el menor ruido y
confusión posible. Todo debiera hacerse decentemente y con orden.
La cocina y cualquier otra parte de la casa debe tenerse barrida y lim-
pia. Los libros debieran poder guardarse hasta el momento debido y
los estudios no debieran ser más que los que sea posible atender sin
descuidar los deberes domésticos. El estudio de los libros no debiera
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absorber la mente con descuido de las obligaciones del hogar, de las
cuales depende la comodidad de la familia.
En el cumplimiento de estos deberes debieran vencerse los há-
bitos de indiferencia, incuria y desorden; porque, a menos que se
corrijan, esos hábitos serán introducidos en toda fase de la vida y
ésta verá arruinada su utilidad
Resulta indispensable
—Muchos de los ramos de estudio que
consumen el tiempo del alumno, no son esenciales para la utilidad y
la felicidad; en cambio es esencial que todo joven se familiarice con
los deberes de la vida diaria. Si fuera necesario, una joven podría
prescindir del conocimiento del francés y de la álgebra, o hasta del
piano, pero es indispensable que aprenda a hacer buen pan, vestidos
que le sienten bien y desempeñar eficientemente los diversos deberes
pertenecientes al hogar.