Página 92 - El Hogar Cristiano (2007)

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Capítulo 17—Obligaciones mutuas
Cada uno tiene responsabilidades
—Las dos personas que
unen su interés en la vida tendrán distintas características y res-
ponsabilidades individuales. Cada uno tendrá su trabajo, pero no se
ha de valorar a las mujeres por el trabajo que puedan hacer como
se estiman las bestias de carga. La esposa ha de agraciar el círculo
familiar como esposa y compañera de un esposo sabio. A cada paso
debe ella preguntarse: “¿Es ésta la norma de la verdadera feminei-
dad?” y: “¿Cómo haré para que mi influencia sea como la de Cristo
en mi hogar?” El marido debe dejar saber a su esposa que él aprecia
su trabajo
La esposa ha de respetar a su marido. El ha de amar y apreciarla
a ella: y así como los une el voto matrimonial, su creencia en Cristo
debe hacerlos uno en él. ¿Qué podría agradar más a Dios que el ver
a los que contraen matrimonio procurar juntos aprender de Jesús y
llegar a compenetrarse cada vez más de su Espíritu
Tenéis ahora deberes que cumplir que no existían para vosotros
antes de vuestro matrimonio. “Vestíos pues, como escogidos de Dios,
santos y amados, de entrañas de misericordia, de benignidad, de
humildad, de mansedumbre, de tolerancia.” Examinad con cuidado
las instrucciones siguientes: “Andad en amor, como también Cristo
nos amó. ... Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como
al Señor. Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es
cabeza de la iglesia. ... Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo,
así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Maridos,
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amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se
entregó a sí mismo por ella.
Instrucciones de Dios a Eva
—A Eva se le habló de la tristeza y
los dolores que sufriría. Y el Señor dijo: “A tu marido será tu deseo,
y él se enseñoreará de ti.” En la creación Dios la había hecho igual a
Adán. Si hubiesen permanecido obedientes a Dios, en concordancia
con su gran ley de amor, siempre hubieran estado en mutua armonía;
pero el pecado había traído discordia, y ahora la unión y la armonía
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