La mujer en la medicina
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bre el tema de pacientes femeninas que son examinadas por médicos
varones.
Voy a aconsejar que usted sea llamada a Washington, y que venga
tan pronto como usted pueda encontrar una reemplazante para su
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puesto actual. Este es un momento muy importante para nuestro
trabajo en Washington.
Cuando llegue a casa le escribiré nuevamente para enviarle copia
de lo que he escrito acerca de este tema.
Se ha alquilado un edificio costoso en Iowa Circle, Washington,
en una hermosa ubicación, y ha sido preparado como sanatorio para
dar tratamientos. Pero necesitamos un médico residente que también
actúe como administrador. La necesitamos a usted. Creemos que
usted puede ayudarnos aquí en Washington. Puede dar la instrucción
que los enfermeros necesitan y, a la vez, dar charlas médicas a los
pacientes en la recepción. ¿Aceptará esta invitación como prove-
niente del Señor? Tengo la seguridad de que usted puede hacer una
obra esencial. El hermano Hare es un excelente médico, pero no es
administrador. Necesitamos alguien que pueda planear y administrar.
Usted es la persona indicada para ayudarnos en nuestras dificultades.
Washington es un lugar muy importante y debemos ofrecer la mejor
imagen de nuestra obra en el sanatorio.
Voy a estar en Santa Helena, California, la próxima semana.
Por favor, escríbame, y escríbale también al pastor Daniells en la
Asociación General.—
Carta 177, 1905
.
La Dra. Julia White
La Dra. Julia Ann White se graduó del Colegio Médico Misionero
de Chicago en el año 1900. Colaboró con el Sanatorio de Battle
Creek hasta el año 1906, cuando fue transferida a Loma Linda. Fue
la fundadora de la Escuela de Enfermería del Sanatorio de
Glendale. También fundó la Clínica de La Crescenta en California
.
Dra. Julia A. White. Querida hermana: Le escribo para urgirla a
aceptar la invitación a trabajar en el Sanatorio de Loma Linda. En la
providencia de Dios, esta propiedad ha pasado a nuestras manos. La
posibilidad de tener este sanatorio totalmente equipado y amueblado,
ha sido una de las más maravillosas providencias que el Señor ha