Página 144 - Hijas de Dios (2008)

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Hijas de Dios
consiguió bloquear el camino de ambos. Adelia era un alma tímida,
sensible al dolor y fácilmente desanimada. Si sus sentimientos e
imaginación se hubieran dedicado y ejercitado en la verdad, hubiesen
llegado a ser un poder para Dios. Ahora, en cambio, son una carga;
se excitan fácilmente en la dirección incorrecta; ven las cosas con
una luz distorsionada; sienten peligros donde no los hay, y la llevan
a desconfiar de Dios y de su esposo.
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Adelia ha tenido sus propias ideas acerca de cómo manejarse y
no ha admitido otras ideas salvo las de su esposo. Ha habido poca fe
y poca confianza en Dios. Satanás ha controlado sus sentimientos de
tal manera que se siente agraviada si su esposo no está constantemen-
te a su lado. Su imaginación la lleva a ver las pequeñas dificultades
como terribles y agudos sufrimientos. Con esta nueva experiencia,
la mente de ambos ha estado totalmente absorbida. Se ha descuida-
do el trabajo en la Asociación, y la obra ministerial se ha limitado
casi totalmente al púlpito. Ha habido ocasiones en que el descuido
ha sido mayor que en otros y Satanás parecía estar dirigiendo a su
manera. Ninguno de los dos tiene un sentido de su descuido del
deber. Y justamente en el momento en que se podría haber logrado
una cosecha de almas para Cristo, otras preocupaciones han estado
ocupando el tiempo y el lugar de la obra.
Realmente no es prudente tener hijos ahora. El tiempo es corto
y los peligros de los últimos días están sobre nosotros. Muchos
de los niños pequeños serán puestos al descanso antes de que esos
peligros ocurran. Si los hombres y mujeres que pueden trabajar para
Dios consideraran seriamente la necesidad de enseñar el camino de
salvación a las multitudes, para traer muchos hijos e hijas a Cristo,
dejarían de pensar en tener hijos y cuidar de ellos, y su recompensa
sería grande en el reino de Dios.
Adelia, mi corazón está dolorido por lo que considero un fracaso;
un robo a Dios. Su temor natural le acarrea problemas; y no tendrá
descanso ni paz si está separada de sus hijos. Esto cierra el camino
para que continúe su obra; es más, la obra ya ha sido descuidada.—
Carta 48, 1876
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