Página 16 - Hijas de Dios (2008)

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Capítulo 1—El señor llama a las mujeres a su
servicio
En las variadas ramas de la causa de Dios hay un amplio campo en
el cual nuestras hermanas pueden rendir un buen servicio para el
Maestro. [...] Entre las nobles mujeres que tuvieron el valor moral
de decidirse en favor de la verdad para este tiempo, se encuentran
muchas que tienen tacto, percepción y habilidad, y que pueden
llegar a ser obreras de éxito. Se necesitan las labores de tales
mujeres cristianas.—
El Evangelismo, 341
.
Las mujeres como obreras cristianas
El que murió para redimir al hombre de la muerte, ama con amor
divino y les dice a sus seguidores: “Este es mi mandamiento: Que
os améis unos a otros, como yo os he amado”.
Juan 15:12
. Cristo,
con sus acciones, mostró su amor por la raza caída.
El verdadero hijo de Dios será semejante a Cristo. En la medida
en que crezca en el conocimiento de la verdad y sea santificado por
ella, se parecerá más y más a Jesús, y estará más deseoso de salvar a
las almas que él compró con su sangre.
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Algunos pueden hacer más que otros, pero todos pueden hacer
algo. Las mujeres no debieran sentir que están excusadas debido a
sus labores domésticas. Con inteligencia debieran descubrir cómo
trabajar metódicamente y lograr el éxito en traer almas a Cristo. Si
todos comprendieran la importancia de hacer lo máximo posible en
la obra de Dios; si todos sintieran un profundo amor por las almas
que los llevase a sentir una carga por ellas, centenares de los que
hasta aquí han sido débiles y desinteresados y que han realizado
muy poco o nada, se transformarían en obreros activos.
En muchos casos, la necedad del mundo ha obstruido los canales
del alma. El egoísmo ha controlado la mente y envuelto el carácter.
Pero si la vida se escondiera con Cristo en Dios, el servirle no sería
una labor fatigante. Si los corazones fueran plenamente consagrados
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