Página 177 - Hijas de Dios (2008)

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Salud, ejercicio y vida saludable
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Si la ropa que se usa no se lava y ventila frecuentemente, se
ensucia con impurezas que provienen de la transpiración. Y si la
ropa no es higienizada frecuentemente, los poros de la piel absorben
nuevamente las impurezas. Esas impurezas, si no se las quita, son
llevadas nuevamente a la corriente sanguínea y distribuidas en los
órganos internos.
La naturaleza trata de liberarse a sí misma de esas impurezas
tóxicas. En su esfuerzo por liberarse de ellas produce fiebre y enfer-
medad. El uso de agua pura y suave puede ayudar a la naturaleza y
evitar mucho sufrimiento. Sin embargo muchos, en lugar de eliminar
esos venenos del sistema, toman venenos más poderosos que los que
ya están allí.—
The Review and Herald, 12 de diciembre de 1899
.
Verdaderos remedios
—El aire puro, el sol, la abstinencia, el
descanso, el ejercicio, un régimen alimenticio conveniente, el agua y
la confianza en el poder divino son los verdaderos remedios. Todos
debieran conocer los agentes que la naturaleza provee como reme-
dios, y saber aplicarlos. Es de suma importancia darse cuenta exacta
de los principios implicados en el tratamiento de los enfermos, y
recibir una instrucción práctica que lo habilite a uno para hacer uso
correcto de esos conocimientos.—
El Ministerio de Curación, 89
(1905)
.
Influencia del aire fresco
—El aire, ese aire que es una preciosa
bendición del cielo, y que todos pueden obtener, los bendecirá con
su influencia vigorizadora, si no le impiden la entrada. Denle la
bienvenida, cultiven una gran atracción por él, y verán cómo actúa
en calidad de precioso calmante de los nervios. Para que se mantenga
puro, el aire debe mantenerse en constante circulación. La influencia
del aire puro y fresco es hacer que la sangre circule saludablemente
a través del sistema. Refresca el cuerpo y tiende a impartirle fuerza
y salud, mientras que al mismo tiempo su influencia se deja sentir
marcadamente sobre la mente, impartiéndole cierto grado de calma
y serenidad. Excita el apetito, hace más perfecta la digestión del
alimento, e induce un sueño profundo y reparador.—
Testimonies for
the Church 1:607 (1868)
.
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Es necesaria la luz del sol
—Son pocos los que comprenden
que para gozar de buena salud y alegría, deben tener abundancia de
luz solar, aire puro y ejercicio físico [...].