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Hijas de Dios
Ningún cuarto de la casa debiera considerarse totalmente amue-
blado y adornado sin la alegre y vivificadora presencia de la luz del
sol, que es el don gratuito del cielo para el hombre.—
The Health
Reformer, 1 de abril de 1871
.
La bendición del agua pura
—Estando sanos o enfermos, el
agua pura es para nosotros una de las más exquisitas bendiciones
del cielo. Su empleo conveniente favorece la salud. Es la bebida
que Dios proveyó para apagar la sed de los animales y del hombre.
Ingerida en cantidades suficientes, el agua suple las necesidades del
organismo y ayuda a la naturaleza a resistir la enfermedad. Aplicada
externamente, es uno de los medios más sencillos y eficaces para
regularizar la circulación de la sangre.—
El Ministerio de Curación,
181 (1905)
.
Agua pura para beber y aire fresco para respirar [...] da vigor
a los órganos vitales, purifica la sangre y ayuda a la naturaleza a
vencer las malas condiciones del sistema.—
The Review and Herald,
5 de diciembre de 1899
.
Elena G. de White insistía en seguir los principios de salud en
su hogar
Esta carta fue escrita por Elena G. de White desde Reno, Nevada,
Estados Unidos. Fue dirigida a todas sus colaboradoras que
habían permanecido en su hogar, mientras ella participaba de un
congreso allí. Los nombres de los esposos Lockwood, Fannie
Bolton, Marian Davis y May Walling, sus asistentes, se mencionan
indistintamente en la carta
.
Llegamos aquí en buenas condiciones esta mañana alrededor de
las siete. Hubiera sido preferible demorarnos un día más, ya que
todavía se está preparando la carpa. Ya se ha colocado el piso, pero
deben buscar una alfombra para completar el trabajo. La hermana
que trabajaba para la Sra. Leinenger ha decidido trabajar en casa o
ir a Santa Helena [California]. Se desilusionó con su visita y quiere
regresar, así que pienso que es mejor que vuelva. Le puedo ofrecer
doce dólares por mes por ahora, y cuando yo vuelva y le dé más
responsabilidades puedo aumentarle el sueldo.