Apéndice e—La relación entre Elena G. de White y su esposo
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compasivo Salvador están sobre ti; sus sentimientos se conmueven
por tu enfermedad. Él te ama y siente piedad por ti como nadie
puede hacerlo, y te hará triunfar por amor de su nombre. Anímate,
mi pobre y sufriente esposo, espera pacientemente y pronto verás la
salvación del Señor. Sabemos en quién hemos creído; no corremos
como a la ventura. Al fin, todo saldrá bien.—
Manuscript Releases
10:28 (1865)
.
Elena G. de White extraña a su esposo durante la enferme-
dad de este
—[Carta dirigida a su hijo Edson]. Ayer, después de
bajar del tren, anduvimos 18 kilómetros en la diligencia. La escena
era hermosa; los árboles con sus diferentes matices, y los hermosos
pinos aquí y allá. Las montañas excelsas y elevadas, los acantilados,
el césped verde, todo era interesante a la vista. Podía haber gozado
de estas cosas, pero me siento sola. El brazo fuerte y varonil sobre
el cual me apoyaba, no está conmigo ahora. Las lágrimas son mi
comida noche y día; mi espíritu está decaído por la tristeza. No
puedo pensar en que tu padre pueda descender a la tumba. ¡Oh,
que Dios tenga piedad de él y lo sane! Edson, mi querido hijo, en-
trégate a Dios; en aquello que has errado, reconócelo francamente
y confiésalo humildemente. Acércate a Dios y pide conmigo por
su recuperación. Si corregimos nuestras almas delante de Dios, y
nos arrepentimos verdaderamente de nuestros errores, ¿no escu-
chará nuestra súplica en nombre de su amado Hijo y sanará a tu
padre?—
Manuscript Releases 10:28-29 (1871)
.
Se le pide a Edson que trate a su padre con ternura
—
Querido Edson, no reacciones con dureza frente a la carta de tu
padre
Quédate tranquilo; se fiel, y espera y confía. Haz toda
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concesión posible aun cuando ya lo hayas hecho antes. Que Dios
pueda darte un corazón tierno para tratar a tu pobre padre que es-
tá desgastado, sobrecargado y atormentado.—
Manuscript Releases
10:29 (1871)
.
Jaime White muy atento con su esposa
—Mi esposo es muy
atento conmigo, siempre tratando de hacer mis viajes y mis trabajos
placenteros, y liberándome de todo aquello que pueda cansarme.
Después de un grave derrame cerebral, la personalidad del pastor White sufrió
cambios profundos. En ocasiones actuaba de modo irrazonable, pensando que todos
estaban en contra de él. Se volvió muy severo con su hijo Edson, e incluso le escribió una
carta muy dura; aunque posteriormente le pidió disculpas.