Página 30 - Hijas de Dios (2008)

Basic HTML Version

26
Hijas de Dios
Rebeca
Este capítulo está basado en Génesis 24.
Los cananeos eran idólatras, y el Señor había mandado a su pue-
blo que no se casaran con ellos, no fuera que cayesen en la idolatría.
Abraham era ya viejo y pensaba que pronto habría de morir. Isaac
estaba aún soltero, y Abraham estaba preocupado por las influencias
[27]
corruptoras que rodeaban a su hijo. Deseaba seleccionar para él una
esposa que no lo apartase de Dios. Esta tarea fue encomendada a
su fiel y experimentado siervo, que era el mayordomo sobre todo lo
que tenía. Abraham requirió que su siervo hiciera un pacto solemne
ante Dios, de que no tomaría una esposa para Isaac entre las mujeres
cananeas, sino que iría a los parientes de Abraham, quienes creían
en el Dios verdadero, y elegiría una esposa para el joven. No quería
que Isaac lo acompañase en ese viaje, debido a que prácticamente
todos en esa tierra habían caído en la idolatría. Si no podía encontrar
una esposa para Isaac que estuviera dispuesta a dejar su parentela y
venir hacia donde el joven estaba, entonces quedaría libre del pacto
que había hecho.—
The Signs of the Times, 10 de abril de 1879
.
En este importante asunto, Isaac no habría de actuar por su
cuenta, en forma independiente de su padre. Abraham incluso le dijo
a su siervo que Dios enviaría a su ángel para dirigirlo en la elección.
El siervo a quien se le había confiado esta tarea comenzó su larga
jornada, y cuando entró a la ciudad donde los familiares de Abraham
vivían, oró fervorosamente a Dios pidiéndole que lo dirigiera en la
elección de una esposa para Isaac. Rogó que se le pudiera dar alguna
señal o evidencia a fin de no errar en este asunto.
El pozo donde se detuvo para descansar era un lugar donde
muchos se reunían. Fue aquí donde el siervo notó los modales suaves
y la conducta cortés de Rebeca. Todas las evidencias indicaban que
ella era la mujer que Dios había elegido para llegar a ser la esposa
de Isaac. Y cuando fue invitado al hogar, el siervo relató a su padre y
a su hermano cómo el Señor le había dado evidencias específicas de
que Rebeca debía llegar a ser la esposa de Isaac, el hijo de su amo.
Entonces, les dijo: “Ahora, pues, si estáis dispuestos a hacer
misericordia y ser leales con mi señor, declarádmelo; y si no, de-
clarádmelo también, y así sabré qué debo hacer. Entonces Labán y