Página 110 - Hijas De Dios (1999)

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Hijas De Dios
bajando en Newcastle. Tienen mucha habilidad y buen tacto para
enseñar la verdad tanto en público como casa por casa. Aparte del
pastor Haskell habrá otros obreros e instructores bíblicos. En esta
área se necesitan no menos de doce obreros porque el campo es muy
grande.
En el pasado he dedicado algunos medios para sostener esta
clase de trabajo. Pero los fondos están agotados debido a que hay
pedidos continuos. Se ha comenzado trabajo misionero en muchas
ciudades.
Las esposas de los ministros ayudan a sus esposos y realizan
tareas que ellos quizá no podrían hacer. Pero para dedicar este
tiempo, deben emplear personas que puedan hacerles las tareas
de la casa. El hacer este tipo de obra misionera requiere el mejor
talento, y estas damas debieran recibir un sueldo adecuado. Sin
embargo, por la escasez de medios, nuestras hermanas han recibido
muy poco. Obreros menos calificados, que aún requieren instrucción
por precepto y por ejemplo, reciben una libra por semana para pagar
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su hospedaje. Pero las esposas de los obreros no han recibido nada.
Quisiera crear un fondo para pagar a estas dedicadas mujeres
que son las mejores para dar estudios, y para emplear más obreros
como instructores bíblicos. Y ahora voy directamente al punto: ¿Me
confiaría usted algunos medios para que se los administre y podamos
utilizarlos para educar y sostener obreros, y para construir humildes
casas de culto? Yo misma he invertido medios en cada uno de los
templos que se han construído en Australia para nuestro pueblo,
excepto uno.
Pienso que le he expuesto mi pedido claramente. Si usted lo
desea, puedo enviarle un estado de cuenta cada seis meses para que
sepa cómo ha sido invertido su dinero.
He tomado la determinación de hacer avanzar la obra aquí; y
para hacerlo, había pedido un préstamo de mil libras en Africa. La
fecha de devolución se cumplió unos meses atrás, pero pudimos
renovarlo por un año más, al cuatro y medio por ciento de interés.
También he solicitado dinero en Norteamérica al cinco y seis por
ciento, y aunque no estoy presionada a devolverlo en un tiempo fijo,
en algún momento será necesario devolverlo. Aquellas personas
que me prestaron este dinero, consideraban que estaría más seguro
conmigo que en el banco. Ahora algunas de ellas, especialmente una