Página 120 - Hijas De Dios (1999)

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Hijas De Dios
por una semana y dedicarse a visitar las iglesias, dirigir reuniones,
y unirse a los obreros de esas iglesias en un trabajo ferviente por
aquellos que necesitaban ayuda. Siete estudiantes fueron enviados
juntamente con el pastor Haskell para visitar la iglesia de Stanmore;
iglesia en la que el pastor Haskell había realizado una labor amorosa
y eficiente.
Al principio, algunos consideraron que perder una semana de
clases era algo muy serio; les había costado mucho venir al colegio,
y aparentemente para algunos era la última ocasión de asistir a clase;
consideraban cada una de ellas como una preciosa oportunidad.
Sin embargo, después de algunas reflexiones aceptaron con gozo el
plan. Al levantar la cruz, se levantaron ellos mismos. No tuvieron un
tiempo fácil, sino que se trasladaban de lugar en lugar. Pero fueron
recibidos con alegría y encontraron almas solitarias que estaban
sedientas por ayuda espiritual. Mientras saciaban la sed de otros, sus
propias almas fueron saciadas. Cuando volvieron al colegio, estaban
llenos de gozo y valor; su fe se había desarrollado con el trabajo y
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estaban listos para animar a sus compañeros.
Justamente en ese tiempo, una forma severa de influenza visitó
la región. Primero apareció en las ciudades y se extendió a las zonas
rurales. Como se podía esperar, también alcanzó el colegio. Había
muchos enfermos alrededor de nosotros. Y los estudiantes de la
práctica de enfermería se ofrecieron voluntariamente para ayudar a
los enfermos cuando fuera necesario. Así que fueron enviados de
dos en dos para dar tratamiento y ayudar a los más debilitados.
Estas experiencias prepararon sus corazones para recibir y apre-
ciar el valor del trabajo misionero como parte de su instrucción y
educación. Y cuando el plan fue presentado en el colegio y en la
iglesia durante una semana de oración, tanto los estudiantes como
los profesores aceptaron la sugerencia y encontraron oportunidades
de trabajar en todas direcciones. Los sábados y domingos por la
tarde, entre dieciséis y veinte estudiantes salían a tener reuniones
de oración, estudios bíblicos, reuniones para los jóvenes, y predi-
cación en cerca de diez lugares. Ya podemos ver un resultado de
este trabajo: los que lo hacen han sido grandemente bendecidos. Los
otros resultados se verán en el futuro.—
The Review and Herald, 4
de octubre de 1898
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