Página 159 - Hijas De Dios (1999)

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La modestia de la mujer cristiana
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se diciendo que siguen la moda de las esposas de los pastores o de
las instructoras bíblicas. Use siempre vestidos de material bueno y
durable, de colores modestos, sencillos y sin adornos. Ciertamente,
usted necesita mejorar su estilo en el vestido.—
Carta 7, 1894
Carta de consejo dirigida a Ada Walling
Ada Walling era una sobrina nieta de Elena G. de White, nieta
de su hermana Carolina. Los esposos White llevaron a Ada y su
hermana a su hogar, y las criaron como si fueran sus propias hijas
.
Querida Ada: El hermano Whitney está hoy aquí, de paso pa-
ra Basilea [Suiza]. Edith Andrews está decayendo constantemente.
Pienso que este clima es mejor que el de Basilea para mis pulmones.
Aquí hemos tenido mucho trabajo debido a un sentimentalismo en-
fermizo de algunos obreros en la oficina. Espero, mi querida niña,
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que te mantengas separada de estas cosas. Te ganarás la confianza
de aquellos a quienes respetas si eres reservada y no buscas las
atenciones y la compañía de los hombres jóvenes. Si tuviera tiempo
te escribiría acerca de algunas cosas que hemos tenido que enfrentar
aquí y en otros lugares. Edith, pobrecita, no está preparada para
morir. Siempre estaba buscando llamar la atención hacia sí misma.
Buscaba la compañía de unos pocos favoritos, mientras descuidaba
a los que eran buenos y dignos porque no eran de su gusto. Esos fa-
voritos la creían perfecta y la mimaban e idolatraban; y ella retribuía
sus afectos. Así que puedes notar que Dios había sido dejado fuera
de ese círculo. Este sentimentalismo enfermizo ha perjudicado la
efectividad de los jóvenes en la oficina y ha inhabilitado a algunas
de las señoritas para su trabajo.
Hablé claramente con Edith, pero parece no ver su condición.
Ahora le he escrito, y espero que vea sus errores. No ha tenido
experiencia en una religión genuina, y ahora tendrá que buscar a
Cristo y el poder de su gracia en este tiempo de debilidad. ¡Oh, si lo
hubiera hecho cuando gozaba de buena salud!
Espero, Ada, que tú no seas entrampada como esta pobrecita lo
fue. Espero que seas una verdadera y ferviente cristiana, buscando
día a día a Dios en oración. Nunca estés tan ocupada como para no
tomar tiempo para leer la Biblia y buscar la gracia de Dios en humilde
oración. No sigas el ejemplo de otros en costumbres, acciones o