El señor llama a las mujeres a su servicio
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vemos este estado de cosas, no podemos menos que susurrar una
oración pidiendo a Dios que bendiga este mundo con mujeres que
hayan desarrollado su mente y carácter como debieran; mujeres que
tengan una verdadera comprensión de la responsabilidad que les fue
dada por Dios.—
The Signs of the Times, 23 de marzo de 1891
.
Si aquellos que tienen gran luz no responden a la invitación de
ser colaboradores con Dios, entonces el Señor utilizará a quienes
han tenido menos luz y más escasas oportunidades. Aquellos que
se ocupan de su salvación con temor y temblor, comprenderán que
es Dios quien obra en ellos para hacer su voluntad. Debiera haber
miles que despierten y con pleno fervor entren en la obra de Dios
[17]
para brillar como luces resplandecientes. Debiera haber miles que
conozcan el tiempo en que estamos viviendo, y que no necesiten
ser urgidos a trabajar sino que, constreñidos por el poder de Dios,
se dediquen a difundir la luz y a presentar a otros la verdad que
está claramente revelada en la Palabra de Dios. No hay tiempo que
perder.
Hombres y mujeres debieran estar ministrando en comunidades
lejanas que aún no tienen la luz. Una vez que se haya despertado el
interés, debieran encontrar al predicador que esté capacitado para la
presentación de la verdad, y calificado para instruir a las familias en
la Palabra de Dios. Las mujeres que mantienen la causa de Dios en
el corazón pueden hacer un buen trabajo en el área donde residen.
Cristo habla de mujeres que lo ayudaron a presentar la verdad a
otros. Pablo también menciona mujeres que trabajaron con él en
la predicación del Evangelio. Pero, ¡cuán limitada es la labor de
aquellos que podrían hacer un gran trabajo si quisieran! Hay familias
que tienen medios que podrían usar para la gloria de Dios yéndose a
tierras distantes, para dejar brillar su luz mediante buenas obras hacia
aquellos que necesitan ayuda. ¿No habrá hombres y mujeres que,
siguiendo el ejemplo de Cristo, se consagren al trabajo misionero?—
The Review and Herald, 21 de julio de 1896
.
[18]
[
En los Estados Unidos de América, la mujer no tenía derecho a votar hasta el año
1920. Cuando esto fue escrito, ya existía un movimiento para cambiar esta ley.
]