Página 270 - Hijas De Dios (1999)

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Hijas De Dios
No estoy segura si era tu deber regresar al este cuando lo hiciste;
creo que hubiéramos cumplido mucho más trabajo estando juntas.
Pero entiendo las circunstancias, y no quiero emitir una palabra de
censura sobre ti o sobre mi esposo, o sobre cualquier otra persona.
Frecuentemente escribo unas veinte páginas por día. He dejado
de lado,
Notas Biográficas,
para seguir preparando los
Testimonios
.
Mary Clough trabaja como siempre, con interés y alegría. Es una
preciosa ayuda. No sé qué haríamos en la casa sin la ayuda del em-
pleado; hace el pan, los bollos y los pasteles, y cocina las verduras.
Se le ha pagado dos dólares por semana, y en las últimas dos sema-
nas, dos dólares y medio. En dos semanas más comenzará a recibir
tres dólares. Mary le está enseñando a cocinar; es buen empleado y
toma cuidado de toda la casa.
¿Donde está Frankie Patten? ¿Está planeando venir o no? Co-
méntame algo de estas cosas. Cariños a todos.—
Carta 67, 17 de
mayo de 1876
.
Carta a su esposo
El 16 de mayo de 1876, el mismo día en que Elena G. de White
le escribió la tercera carta de esta serie a su amiga Lucinda, también
le escribió una carta a Jaime White, que comenzaba así:
Mi querido esposo,
Me entristece haber dicho o escrito cosas que te afligieron. Per-
dóname, y en adelante seré mucho más cuidadosa de no comenzar
temas que puedan molestarte o irritarte. Vivimos en el tiempo más
solemne y no podemos permitirnos a esta edad avanzad
que nues-
tras diferencias nos separen en nuestros sentimientos. Puede ser que
yo no vea las cosas como tú las ves, pero no creo que sea mi deber
tratar de hacerte ver las cosas como yo las veo. Cuandoquiera lo
haya hecho, te pido disculpas.
Quiero tener un corazón manso y humilde y un espíritu calmo.
En cualquier ocasión en que mis sentimientos me han llevado a
levantar mi voz y actitud, he estado equivocada sin importar cuál
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haya sido la circunstancia. Jesús dijo: “Aprended de mí que soy
manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras
almas”.
Mateo 11:29
.