Página 72 - Hijas De Dios (1999)

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Hijas De Dios
Lidia
Este capítulo está basado en Hechos 16.
Lidia era una comerciante en Tiatira, que vendía costosas pren-
das de púrpura. Era una adoradora del verdadero Dios, y mostró
hospitalidad a los discípulos.
Había llegado el tiempo para que el Evangelio se predicase más
allá de los confines del Asia Menor...El llamado era imperativo y
no admitía dilación... Declara Lucas... “Zarpando, pues, de Troas,
vinimos con rumbo directo a Samotracia, y el día siguiente a Neápo-
lis; y de allí a Filipos, que es la primera ciudad de la provincia de
Macedonia, y una colonia”.
“Y un día de reposo—continúa Lucas—salimos fuera de la puer-
ta, junto al río, donde solía hacerse la oración; y sentándonos, ha-
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blamos a las mujeres que se habían reunido. Entonces una mujer
llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que
adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella”.
Lidia recibió alegremente la verdad. Ella y su familia se convirtie-
ron y bautizaron, y rogó a los apóstoles que se hospedaran en su
casa.—
Los Hechos de los Apóstoles, 172 (1911)
.
El Espíritu de Dios sólo puede iluminar el entendimiento de los
que están dispuestos a ser iluminados. Leemos que Dios abrió los
oídos de Lidia para que prestara atención al mensaje presentado por
Pablo. La parte de Pablo en la conversión de Lidia era declarar todo
el consejo de Dios y todo lo que era esencial que ella recibiera, y
entonces el Dios de toda gracia puso en acción su poder, y condujo
esa alma por la senda correcta. Cooperaron Dios y el agente humano,
y la obra tuvo un éxito completo.—
Comentario Bíblico Adventista
6:1061-1062 (1900)
.
De acuerdo con la instrucción de Cristo, los apóstoles no impu-
sieron su presencia donde no se la deseaba. “Saliendo de la cárcel,
entraron en casa de Lidia, y habiendo visto a los hermanos, los con-
solaron, y se fueron”.—
Los Hechos de los Apóstoles, 177 (1911)
.
Priscila
Este capítulo está basado en Hechos 18.