La mujer en la medicina
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Y cuando hablamos del alumbramiento, no se justifica ni es correcto
que se asocien hombres y mujeres. En tiempos bíblicos las mujeres
cuidaban de esta tarea, y se consideraba que era la forma correcta
de hacerlo. Y aun ahora es la forma en que debiera hacerse. Que las
damas sean plenamente entrenadas como lo son los hombres, y que
se hagan cargo de esta especialidad. Sé de lo que estoy hablando;
lo hago con inteligencia pues sé que hay demasiada vulgaridad.—
Manuscript Releases 13:113 (1911)
.
No abrir la puerta a la tentación
—Se me ha presentado este
tema una y otra vez, y lo he escrito por temor a que mi vida termine.
Quisiera decir que debemos trabajar en un plano más alto de acción;
y si lo hacemos, el Señor hará reposar sus bendiciones sobre nosotros.
Tengo muchas cartas de mujeres y de hombres que me han escrito
acerca de las tentaciones satánicas relacionadas con el proceso del
embarazo y el alumbramiento. Y no necesito argumentar sobre esto;
nuestro propio sentido común nos indica que vivimos en un mundo
de tentación y pruebas, y debemos purificarnos de tales cosas. Que
Dios nos ayude. No quisiera tener que tratar más este tema. La luz
que me ha sido dada es que en este asunto se puede abrir la puerta a la
tentación y la transgresión. Permitamos que, tanto como sea posible,
sean mujeres las que se responsabilicen por el embarazo y el parto.
Esto es lo que se me ha presentado como correcto.—
Manuscript
Releases 13:116 (1911)
.
[100]
En tiempos bíblicos, las mujeres cuidaban de las mujeres
—
Recientemente he sentido... que debieran hacerse los arreglos para
que las mujeres tengan mayores responsabilidades. Es su privilegio
educarse en algunas líneas de trabajo tan plenamente como lo hacen
los hombres. En tiempos bíblicos, las mujeres cuidaban de las mu-
jeres, y Dios obraba con ellas. Muchos individuos me han hablado
de sus tentaciones, y me he guardado de aconsejar sobre el tema;
no he dicho nada. Pero sé que han existido tentaciones y pecados
con relación a este asunto. Conozco las mujeres personalmente. Y
las mujeres están exentas de censura. Si quisiéramos censurarlas
sería solamente por no haber tomado una posición firme en este
aspecto, y no permitir que hombres y mujeres participen juntos en
sus tratamientos.—
Manuscript Releases 13:114 (1911)
.
Las parteras pueden actuar como en tiempos bíblicos
—
Quiero escribir acerca de la instrucción que se me ha dado en re-