Página 115 - La Historia de la Redenci

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Las peregrinaciones del pueblo de Israel
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pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que
aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares,
de centenas, de cincuenta y de diez. Ellos juzgarán al pueblo en todo
tiempo; y todo asunto grave lo traerán a ti, y ellos juzgarán todo
asunto pequeño. Así aliviarás la carga de sobre ti, y la llevarán ellos
contigo. Si esto hicieres, y Dios te lo mandare, tú podrás sostenerte,
y también todo este pueblo irá en paz a su lugar.
“Y oyó Moisés la voz de su suegro, e hizo todo lo que dijo.
Escogió Moisés varones de virtud de entre todo Israel, y los puso
por jefes sobre el pueblo, sobre mil, sobre ciento, sobre cincuenta, y
sobre diez. Y juzgaban al pueblo en todo tiempo; el asunto difícil lo
traían a Moisés, y ellos juzgaban todo asunto pequeño. Y despidió
Moisés a su suegro, y éste se fue a su tierra”.
Moisés no estaba fuera del alcance de las instrucciones de su
suegro. Dios lo había exaltado mucho y había obrado maravillas
por medio de su mano. Sin embargo no adujo que Dios lo había
escogido para instruir a otros, que había realizado maravillas por su
intermedio, y que por lo tanto no necesitaba que nadie lo instruyera.
Escuchó de buen grado las sugerencias de su suegro, y adoptó su
plan puesto que era sabio.
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