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La Historia de la Redención
que habían visto. Cuando esos asesinos escucharon el maravilloso
informe, sus rostros empalidecieron. El horror se apoderó de ellos
cuando se dieron cuenta de lo que habían hecho. Si el informe
era correcto, estaban perdidos. Por unos momentos se sentaron en
silencio contemplándose los unos a los otros sin saber qué hacer ni
qué decir. Aceptar el informe equivalía a condenarse a sí mismos.
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Salieron para consultarse en cuanto a lo que se debería hacer. Se
dijeron que si el informe traído por la guardia comenzaba a circular
entre la gente, los que dieron muerte a Cristo serían condenados
como sus asesinos.
Decidieron pagar a los soldados para que guardaran el secreto.
Los sacerdotes y ancianos les ofrecieron una gran suma de dinero
diciéndoles: “Decid vosotros: sus discípulos vinieron de noche, y
lo hurtaron, estando nosotros dormidos”.
Mateo 28:13
. Y cuando
los miembros de la guardia les preguntaron qué iba a pasar con
ellos por quedarse dormidos en sus puestos, los dirigentes judíos
les prometieron persuadir al gobernador y asegurar de ese modo su
tranquilidad. Por causa del dinero la guardia romana decidió vender
su honra y estuvo de acuerdo en seguir el consejo de los sacerdotes
y ancianos.
Los primeros frutos de la redención
Cuando Cristo pendía de la cruz y exclamó: “¡Consumado es!”
las rocas se partieron, la tierra tembló y algunas tumbas se abrieron.
Al levantarse como triunfador sobre la muerte y el sepulcro, mien-
tras la tierra se sacudía y la gloria del cielo resplandecía en torno
del lugar sagrado, muchos de los justos muertos, obedientes a su
llamamiento, salieron como testigos de que había resucitado. Esos
santos favorecidos y resucitados surgieron glorifidos de la tumba.
Eran escogidos y santos de todas las edades, desde la Creación hasta
los días de Cristo. De manera que mientras los dirigentes judíos tra-
taban de ocultar el hecho de que Jesús había resucitado, Dios decidió
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hacer salir a un grupo de personas de sus tumbas para que dieran
testimonio de que Jesús había resucitado y para que declararan su
gloria.
Estos seres resucitados eran de diferente estatura y forma, al-
gunos de más noble aspecto que otros. Se me informó que los