Página 205 - La Historia de la Redenci

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El sanamiento del paralítico
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Los judíos se asombraron de que los discípulos pudieran llevar
a cabo milagros semejantes a los de Jesús. Suponían que estaba
muerto, y esperaban que en ese caso todas esas maravillosas ma-
nifestaciones habrían cesado con él. No obstante aquí estaba ese
hombre que había permanecido desamparado y paralítico durante
cuarenta años, en pleno uso de sus miembros, libre de todo dolor, y
feliz en su fe en Jesús.
Los apóstoles vieron el asombro de la gente, y preguntaron por
qué se asombraban del milagro que habían presenciado, y los con-
templaban con espanto como si lo hubieran llevado a cabo por su
propio poder. Pedro les aseguró que lo habían hecho por los méritos
de Jesús de Nazaret, a quien ellos habían rechazado y crucificado,
pero a quien Dios había levantado de entre los muertos al tercer
día. “Y por la fe en su nombre, a éste, que vosotros veis y conocéis,
le ha confirmado su nombre, y la fe que es por él ha dado a éste
esta completa sanidad en presencia de todos vosotros. Más ahora,
hermanos, sé que por ignorancia lo habéis hecho, como también
vuestros gobernantes. Pero Dios ha cumplido así lo que había antes
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anunciado por boca de todos sus profetas, que Jesucristo había de
padecer”.
Después de este milagro la gente se reunió en el templo, y Pedro
le dirigió la palabra en una parte del recinto sagrado, mientras Juan
le hablaba en otra. Los apóstoles, después de manifestarles con
claridad el gran crimen de los judíos al rechazar y dar muerte al
Príncipe de la vida, tuvieron cuidado de no conducirlos a la ira o a
la desesperación. Pedro estaba dispuesto a aminorar al máximo la
atrocidad de su culpa presumiendo que la cometieron por ignorancia.
Les dijo que el Espíritu Santo los invitaba a arrepentirse de sus
pecados y a convertirse; que no había esperanza para ellos aparte de
la misericordia de ese Cristo a quien habían crucificado; sus pecados
podían ser cancelados por su sangre solamente por fe en él.
Detención y juicio de los apóstoles
La predicación de la resurrección de Cristo y que por medio de
su muerte y resurrección finalmente todos los muertos saldrían de
sus tumbas, conmovió profundamente a los saduceos. Creyeron que
su doctrina favorita estaba en peligro y que su reputación había sido