Página 269 - La Historia de la Redenci

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El misterio de la iniquidad
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ser el representante de Cristo. Logró cumplir sus propósitos por
medio de paganos semiconvertidos, prelados ambiciosos y miembros
de iglesia mundanos. Se celebraron grandes concilios, de vez en
cuando, a los que concurrían dignatarios de la iglesia procedentes
de todas partes del mundo. En casi cada uno de ellos se degradaba
un poco más el sábado que Dios había instituido, mientras en forma
proporcional se exaltaba el domingo. De ese modo la festividad
pagana finalmente llegó a ser honrada como una institución divina,
mientras al sábado de la Biblia se lo declaró reliquia del judaísmo, y
se insistió en que su observancia era maldita.
El gran apóstata logró éxito al exaltarse a sí mismo “contra todo
lo que se llama Dios o es objeto de culto”.
2 Tesalonicenses 2:4
. Se
había atrevido a cambiar el único precepto de la ley divina que en
forma inconfundible señala a todas la humanidad al Dios verdadero
y viviente. En el cuarto mandamiento el Señor se presenta como
Creador de los cielos y la tierra, y por lo tanto como distinto de todos
los dioses falsos. El séptimo día fue santificado para que fuera un
día de reposo para el hombre, como un monumento de la obra de
la creación. Se lo instituyó para que mantuviera al Dios viviente
siempre delante de las mentes como la fuente de todo ser y objeto de
reverencia y culto. Satanás trató de desviar a los hombres para que
no manifestaran lealtad a Dios ni rindieran obediencia a su ley; por
lo tanto dirigió sus esfuerzos especialmente contra ese mandamiento
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que señala a Dios como Creador.
Los protestantes insisten ahora en que la resurrección de Cristo
en domingo es el origen del día de reposo cristiano. Pero no hay
evidencias bíblicas para esto. Ni Cristo ni los apóstoles le dieron
tal honor a ese día. La observancia del domingo como institución
cristiana tiene sus orígenes en el “misterio de la iniquidad” que, ya
en los días de Pablo, había comenzado a obrar. ¿Dónde y cuándo
adoptó el Señor a este hijo del papado? ¿Qué razones valederas
se pueden presentar para justificar un cambio acerca del cual las
Escrituras guardan silencio?
En el siglo VI el papado ya estaba firmemente establecido. La
sede de su poder se hallaba en la ciudad imperial, y se declaró que
el obispo de Roma era la cabeza de toda la iglesia. El paganismo
había cedido su lugar al papado. El dragón había dado a la bestia
“su poder y su trono, y grande autoridad”.
Apocalipsis 13:2
. Y