Página 81 - La Historia de la Redenci

Basic HTML Version

Jacob y Esau
77
aun se ha comido del todo nuestro precio? Porque toda la riqueza
que Dios ha quitado a nuestro padre, nuestra es y de nuestros hijos;
ahora, pues, haz todo lo que Dios te ha dicho”.
El regreso a Canaán
En ausencia de Labán, Jacob tomó su familia y todo lo que tenía
y partió. Cuando ya se encontraba a tres días de camino, Labán se
enteró de que se había ido, y se enojó mucho. Lo persiguió decidido
a traerlo de vuelta a la fuerza. Pero el Señor se compadeció de
Jacob, y cuando Labán ya estaba por alcanzarlo, le dio un sueño a
éste en el cual le dijo que no le hiciera nada a Jacob, es decir, no
debía obligarlo a volver ni instarlo a hacerlo mediante declaraciones
lisonjeras. Cuando Labán se encontró con Jacob le preguntó por
qué se había ido sin avisar llevándose a sus hijas como si fueran
prisioneras de guerra. Labán le dijo: “Poder hay en mi mano para
haceros mal; mas el Dios de tu padre me habló anoche diciendo:
guárdate que no hables a Jacob descomedidamente”. Entonces éste
detalló a Labán la conducta egoísta que había tenido hacia él, puesto
que sólo había tomado en cuenta su propio beneficio. Llamó la
atención de su tío a la rectitud de su conducta mientras estuvo con
él y le dijo: “Nunca te traje lo arrebatado por las fieras: yo pagaba
el daño; lo hurtado así de día como de noche a mí me lo cobrabas.
De día me consumía el calor, y de noche la helada, y el sueño huía
de mis ojos. Así he estado veinte años en tu casa; catorce años te
serví por tus dos hijas, y seis años por tu ganado, y has cambiado mi
[94]
salario diez veces. Si el Dios de mi padre, Dios de Abraham y temor
de Isaac, no estuviera conmigo, de cierto me enviarías ahora con las
manos vacías; pero Dios vio mi aflicción y el trabajo de mis manos,
y te reprendió anoche”.
Entonces Labán aseguró a Jacob que tenía interés en sus hijas
y en sus nietos, y que no les haría ningún mal. Propuso que forma-
lizaran un pacto. En ese momento dijo Labán: “Ven, pues, ahora y
hagamos pacto tú y yo, y sea por testimonio entre tú y yo. Enton-
ces Jacob tomó una piedra, y la levantó por señal. Y dijo Jacob a
sus hermanos: Recoged piedras. Y tomaron piedras e hicieron un
majano, y comieron allí sobre aquel majano”.