Finanzas de la obra
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“Algunas veces los encargados de la obra se han equivocado al
permitir que se nombre a personas que no tienen tacto y habilidad en
los negocios para manejar los intereses financieros de importancia.
La aptitud de un hombre para una posición no siempre lo califica
para ocupar otra posición. La experiencia es de gran valor. El Señor
desea tener en su obra a hombres de inteligencia; hombres calificados
para llevar responsabilidades de confianza en nuestras asociaciones
e instituciones. Se necesita especialmente financistas consagrados;
hombres que lleven los principios de la verdad en toda transacción
de negocios. Los encargados de los asuntos financieros no deben
asumir otros cargos, cargos que son incapaces de llevar; tampoco
la administración debe ser confiada a hombros incompetentes”.—
[91]
Advent Review and Sabbath Herald, 5 de octubre de 1905
.
Resultados de hábitos financieros erróneos
—“El resultado es
que la causa de Dios experimenta perplejidades y dificultades, y se
echa un gran peso sobre los que han sido designados para llevar
tremendas responsabilidades. Si se permite que continúe esta manera
floja de atender los asuntos comerciales, no solamente se permitirá
un drenaje de medios de la tesorería, sino que también se cortaran los
fondos que provienen de los hermanos. Esto destruirá su confianza
en quienes están encabezando la obra y tienen a su cargo el manejo
de los fondos, e inducirá a muchos a cesar en sus donaciones y
ofrendas”.—
El Colportor Evangélico, 99 (1999)
.
Los recursos deben emplearse con sabiduría
—“Los hombres
en posiciones de confianza deben considerar los medios que pasan
por sus manos como rentas de Dios, y que los deben emplear en
forma económica. Cuando haya abundancia en la tesorería, no se
deben invertir en la construcción de edificios en lugares donde ya
existen memoriales para Dios. Centenares de otros lugares necesitan
ese dinero, para que ellos también tengan algo establecido que re-
presente la verdad. Debemos trabajar en todos los lugares de la viña
del Señor. El poder de emplear y desembolsar el dinero del Señor
no se debe dejar al juicio de un solo hombre”.—
Medical Ministry,
164, 165
.
[92]