Página 113 - El Ministerio de la Bondad (1977)

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La preparación para las crisis y desastres de los últimos días
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que vendrían tan pronto”. Otros dijeron: “¿Vosotros lo sabíais? En-
tonces, ¿por qué no nos lo dijisteis? Nosotros no lo sabíamos”. En
todos lados escuchaba decir tales palabras. ...
Pronto penosas aflicciones sobrevendrán entre las naciones; una
angustia que no cesará hasta la venida de Jesús. Como nunca antes
necesitamos apresurarnos a servir juntos a Aquel que ha preparado
su trono en los cielos y cuyo reino gobierna sobre todos. Dios no ha
desamparado a su pueblo, y nuestra fuerza depende de no separarnos
de él.
Los juicios de Dios están en la tierra. Las guerras y los rumores
de guerras, la destrucción por fuego e inundación, dicen claramente
que el tiempo de angustia, el cual irá en aumento hasta el fin, está
cerca, a las puertas. No tenemos tiempo que perder. El mundo está
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perturbado por el espíritu de la guerra. Las profecías del capítulo
once de Daniel casi han alcanzado su cumplimiento final.—
Ibid. 24
de noviembre de 1904
.
Indescriptible
—El viernes pasado, de mañana, justamente antes
de levantarme, se presentó delante de mí una escena muy impresio-
nante. Me parecía que me había despertado de dormir, pero no en mi
hogar. Por las ventanas yo podía observar una terrible conflagración.
Grandes esferas de fuego se desplomaban sobre las casas, y desde
esas bolas de fuego, saetas ígneas volaban en toda dirección. Era
imposible dominar los incendios que se iniciaban y muchos lugares
estaban siendo destruidos. El terror de la gente era indescriptible.
Después de un tiempo me desperté y me encontré en mi propio
hogar.—
Carta 278, 1906
.
Preparaos mientras hay una oportunidad
—Cuando una agre-
sión religiosa destruya las libertades de nuestra nación, aquellos que
estarán del lado de la libertad de conciencia se encontrarán en una po-
sición desfavorable. Por su propio beneficio ellos deberían, mientras
tienen oportunidad, ser más avisados en cuanto a las enfermedades,
sus causas, prevención y curación. Y los que hagan eso, encontrarán
un campo de labor en todas partes. Habrá dolientes, abundancia de
ellos, que necesitarán ayuda, no solamente entre aquellos de nuestra
propia fe, sino mayormente entre los que no conocen la verdad.—
The Medical Missionary, noviembre, diciembre, de 1892
.
Listos para dar inmediata ayuda
—Llegarán a nuestro cono-
cimiento la pobreza y la angustia de algunas familias, y tendrán