Capítulo 17—Las mujeres llamadas a servir
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“Entonces en Jope había una discípula llamada Tabita, que si lo
declaras, quiere decir Dorcas. Esta era llena de buenas obras y de
limosnas que hacía”.
Hechos 9:36
.
El movimiento de Dorcas hoy día
—Ciertamente, debiera haber
un número mayor de mujeres entregadas a la obra de ministrar a la
humanidad doliente, elevando a los seres humanos y educándolos
para que crean, simplemente para que crean, en Jesucristo como
nuestro Salvador. Y a medida que las almas se entreguen al Señor
Jesús, haciendo una entrega completa, entenderán la doctrina. ...
Me duele porque no hay más hermanas nuestras, en Norteamé-
rica, que estén haciendo la obra que podrían realizar para el Señor
Jesús. Morando en Cristo, recibirían valor, fortaleza y fe para la obra.
A muchas mujeres les gusta hablar. ¿Por qué no pueden hablar las
palabras de Cristo a las almas que perecen? Mientras más estrecha-
mente nos relacionamos con Cristo, el corazón conoce la desgracia
de las almas que no conocen a Dios y que no sienten la deshonra
con que afligen a Cristo que las ha comprado con un precio.
Cuando las mujeres creyentes sientan el peso de las almas y el
peso de los pecados que no son de ellas, trabajarán como Cristo
trabajó. No estimarán ningún sacrificio demasiado grande por ganar
almas para Cristo. Y todo el que tenga este amor por las almas, es
nacido de Dios; está listo para seguir las pisadas de Cristo y sus
palabras y su voz serán talentos que empleará en el servicio del.
Maestro; el mismo alimento que viene de la fuente original a sus
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propias almas, fluirá por distintos canales de amor a las almas que
se están marchitando y secando.
Hay una educación constante en esta obra. El deseo de ser una
bendición, descubre las debilidades e imperfecciones del obrero.
Esto impulsa al alma a ir a Dios en oración, y el Señor Jesús da luz
y su Espíritu Santo y comprenden que es Cristo quien efectúa el
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