Página 127 - El Ministerio de la Bondad (1977)

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Requisitos para la obra de las mujeres
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a las tempestuosas aguas, restauró la vista de los ciegos y el oído
de los sordos y levantó los muertos a la vida. Pero su atención a las
cosas pequeñas es aún una prueba mayor de su grandeza. Escuchadle
hablando a Marta cuando viene a él con el pedido de que ordene a
su hermana que le ayude a servir. Le dice que no permita que los
cuidados del hogar perturben la paz de su alma. “Marta, Marta—dice
él—cuidadosa estás, y con las muchas cosas estás turbada: Empero
una cosa es necesaria: y María escogió la buena parte, la cual no le
será quitada”.—
Ibid. 7 de abril de 1904
.
Frugal. Recoged cada fragmento
—“Recoged los pedazos ...
porque no se pierda nada”. El que tenía todos los recursos a su
disposición nos da una lección de que no debiera malgastarse ni
un fragmento. El que tiene mucho no debiera malgastarlo. No se
malgaste nada que pueda servir a alguien. Recoged cada fragmento
pues alguien lo necesitará. Han de atesorarse cuidadosamente estas
lecciones concernientes a las bendiciones espirituales concedidas.—
Manuscrito 60, 1897
.
El poder de la amabilidad
—Cada mujer debiera desarrollar
una mente bien equilibrada y un carácter puro, que refleje única-
mente lo verdadero, lo bueno y lo bello. La esposa y madre puede
unir a su corazón a su esposo e hijos mediante un amor inmutable,
demostrado con palabras amables y un comportamiento cortés. La
amabilidad es barata, pero tiene poder para suavizar las naturalezas
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que se volverían duras y ásperas sin ella. La amabilidad cristiana
debiera reinar en cada hogar. El cultivo de una cortesía uniforme,
una disposición de hacer a otros lo que quisiéramos que ellos nos
hicieran, alejaría la mitad de los males de la vida.—
The Signs of the
Times, 15 de agosto de 1906
.
Estad seguras de que estáis trabajando para Jesús
Nuestras hermanas no tienen excusa si no toman una parte en la
obra de Dios. Todo el que ha gustado de los poderes del mundo
venidero, tiene una obra ferviente que hacer en algún sentido en la
viña del Señor. Quizá nuestras hermanas se las arreglen para estar
ocupadas con sus dedos continuamente empleados en la preparación
de objetos delicados para embellecer su hogar o para regalarlos a
sus amigas. Quizá se traigan grandes cantidades de este material
para ser colocadas sobre el fundamento de la roca, pero ¿considerará
Jesús toda esta diversidad de trabajos delicados como un sacrificio