Página 160 - El Ministerio de la Bondad (1977)

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El Ministerio de la Bondad
Las multitudes podrían encontrar su hogar en el campo
Dentro de los dilatados límites de la naturaleza, hay todavía sitio para
proporcionar morada al que sufre y al necesitado. En el seno de ella
hay recursos suficientes para suministrarles alimento. Escondidas en
las profundidades de la tierra, yacen bendiciones para todos aquellos
que tienen ánimo, voluntad y perseverancia para acopiar sus tesoros.
El cultivo del suelo, ocupación que Dios asignó al hombre en el
Edén, abre campo en que muchedumbres enteras pueden ganarse el
sustento. ...
Si los pobres que atestan hoy las ciudades encontrasen casas en
el campo, podrían no sólo ganarse la vida, sino recobrar la salud
y gozar de la felicidad que ahora desconocen. Rudo trabajo, vida
sencilla, estricta economía, y a menudo penalidades y privaciones,
es lo que les tocaría, pero ¡qué bendición sería para ellos dejar la
ciudad, con sus solicitaciones al mal, sus alborotos y sus crímenes,
su miseria e impureza, para saborear la tranquilidad, paz y pureza
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del campo! ...
Para llegar a ser diligentes e independientes, muchos necesita-
rán asistencia, aliento e instrucción. Hay un sinnúmero de familias
pobres en cuyo beneficio no podría hacerse mejor obra misionera
que la de ayudarlas a establecerse en el campo y enseñarles cómo
obtener sustento del cultivo de la tierra.
La necesidad de tal ayuda e instrucción no queda circunscripta a
las ciudades. Aun en el campo, a pesar de las posibilidades que hay
allí para vivir mejor, hay pobres muy necesitados. Hay comunidades
faltas de educación industrial y de higiene. ...
Se notan almas embrutecidas, cuerpos debilitados y deformes,
resultado patente de la herencia y de los malos hábitos. A esta
gente se la ha de educar desde el mismo fundamento. Vivió en la
imprevisión, ocio y corrupción, y necesita que se le enseñen hábitos
correctos.
¿Cómo puede hacérsele sentir la necesidad de mejorar? ¿Cómo
se le encaminará hacia un ideal de vida más elevado? ¿Cómo ayu-
darle a levantarse? ¿Qué cabe hacer donde prevalece la pobreza y
hay que luchar con ella a cada paso?—
Ibid. 142-145
.
Una obra para los agricultores cristianos
—Los agricultores
cristianos pueden desempeñar una misión verdadera, ayudando a
los pobres a encontrar casas en el campo y enseñándoles a labrar la