Página 173 - El Ministerio de la Bondad (1977)

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Nuestro deber hacia los desventurados
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proceder equivocado de sus miembros. Si se permite que exista un
espíritu egoísta y falto de simpatía en cualesquiera de los miembros
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de la iglesia para los infortunados, las viudas, los huérfanos, los
ciegos, los cojos, o los que están enfermos física o mentalmente, el
Señor ocultará su rostro de su pueblo hasta que ellos cumplan con
su deber y eliminen lo equivocado de entre ellos. Si cualquiera que
profesa el nombre de Cristo llega al punto de representar mal a su
Salvador no teniendo en cuenta su deber para los afligidos, o si en
alguna forma trata de sacar ventaja haciendo daño a los infortunados
y así los despoja de sus medios, el Señor tendrá por responsable a la
iglesia por el pecado de sus miembros, hasta que hagan todo lo que
puedan para remediar el mal existente. El Señor no escuchará las
oraciones de su pueblo mientras los huérfanos, los cojos, los ciegos
y los enfermos sean descuidados entre ellos.—
Ibid. 3:517, 518
.
El cielo conserva un registro fiel
—Cristo considera todos los
actos de la misericordia, benevolencia y cuidadosa consideración por
el infortunado, el ciego, el cojo, el enfermo, la viuda y el huérfano,
como hechos a él mismo; y estas obras son asentadas en los registros
celestiales y recibirán su recompensa. Por otro lado, se hará un
registro en el libro en contra de los que manifiestan la indiferencia
del sacerdote y del levita hacia el infortunado, y contra aquellos
que sacan toda la ventaja posible de los infortunios de los demás, y
aumentan su aflicción a fin de beneficiarse egoístamente.—
Servicio
Cristiano Eficaz, 240
.
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