Página 176 - El Ministerio de la Bondad (1977)

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El Ministerio de la Bondad
Los cristianos poseen en abundancia para los necesitados
No hay excusa para los cristianos al permitir que los clamores de las
viudas y las oraciones de los huérfanos asciendan al cielo debido a
sus necesidades apremiantes al paso que una Providencia liberal ha
colocado en las manos de esos cristianos abundantes medios para
suplir sus necesidades. Que los clamores de las viudas y los huérfa-
nos no hagan descender la venganza del cielo sobre nosotros como
pueblo. En el mundo que profesa ser cristiano, hay suficiente que
se gasta en ostentación extravagante, en joyas y adornos, para suplir
las necesidades de todos los hambrientos y vestir a los desnudos de
nuestras ciudades y pueblos; y sin embargo esos profesos seguidores
del manso y humilde Jesús no necesitan privarse de alimento adecua-
do y cómodos vestidos. ¿Qué dirán esos miembros de iglesia cuando
tengan que hacer frente en el día de Dios a los pobres dignos, los
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afligidos, las viudas y los huérfanos, que han conocido la necesidad
apremiante de lo más indispensable para la vida, mientras los profe-
sos seguidores de Cristo gastaban en vestidos superfluos y adornos
innecesarios, expresamente prohibidos en la Palabra de Dios, lo que
hubiera sido suficiente para suplir todas esas necesidades?—
The
Review and Herald, 21 de noviembre de 1878
.
No descuidéis a los que están cerca de vosotros
—En cada dá-
diva y en cada ofrenda, debiera haber un propósito adecuado delante
de los dadores, no para que alguien permanezca en la ociosidad, ni
para ser vistos de los hombres o para hacerse de un gran nombre,
sino para glorificar a Dios haciendo avanzar su causa. Algunos dan
grandes donaciones para la causa de Dios mientras su hermano que
es pobre quizá sufra cerca de ellos sin que hagan nada para aliviarlo.
Los pequeños actos de bondad realizados para los hermanos en una
forma privada unirán sus corazones y serán advertidos en el cielo.
Vi que en sus precios y en sus salarios, los ricos debieran hacer una
diferencia en favor de los afligidos y de las viudas y de los pobres
entre ellos que sean dignos.—
Testimonies for the Church 1:194
.
Dios oye la oración de la viuda
—Las leyes dadas a Israel se
refieren especialmente a los intereses de los que necesitan ayuda.
“Al extranjero no engañarás, ni angustiarás, porque extranjeros fuis-
teis vosotros en la tierra de Egipto. A ninguna viuda ni huérfano
afligiréis. Que si tú llegas a afligirle, y él a mí clamare, ciertamente