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El Ministerio de la Bondad
Los jóvenes también pueden obtener ayuda de la sabiduría y la
experiencia de los ancianos. Más que nada necesitan aprender a
servir con abnegación. La presencia de alguien que necesita simpatía,
longanimidad y amor abnegado será de inestimable bendición para
más de una familia. Suavizará y pulirá la vida del hogar, y sacará a
relucir en viejos y jóvenes las gracias cristianas que los revestirán
de divina belleza y los enriquecerán con tesoros imperecederos del
cielo.—
El Ministerio de Curación, 155, 156
.
Los asilos no constituyen el mejor plan
—Los hombres no
deberían ocuparse en dar su tiempo y talentos en la obra de juntar
ancianos y huérfanos en asilos para ser alimentados y vestidos. Esa
no es la mejor manera de cuidar de estos casos. ...
Tampoco es lo mejor levantar edificios para ancianos y ancianas,
en los cuales puedan estar juntos. Sean ellos atendidos en los lugares
adecuados en que deben serlo. Cuiden los parientes de sus propios
parientes pobres, y cuide la iglesia a sus propios miembros necesi-
tados. Esa es la verdadera obra que Dios desea que la iglesia haga
y sus miembros recibirán una bendición al realizarla.—
Manuscrito
44, 1900
.
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