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El Ministerio de la Bondad
responsabilidad de encontrar a aquellos que están perdidos para
Cristo. El rescate de una sola alma en quien Satanás tenía dominio
causa gozo entre los ángeles celestiales. Hay quienes han destruido
en sí mismos la imagen moral de Dios. La red del Evangelio debe
recoger a estos pobres que están perdidos. Los ángeles de Dios
colaborarán con los que están empeñados en esta obra, los que hacen
todos los esfuerzos posibles para salvar a las almas que perecen, para
darles la oportunidad que muchos no han tenido jamás. No hay otra
forma de alcanzarlos sino el usar los métodos de Cristo. El siempre
trabajó para aliviar el sufrimiento y enseñar rectitud. Únicamente
así podrán los pecadores ser rescatados desde las profundidades de
la degradación.—
Testimonies for the Church 8:72, 73
.
Trabajar con amor
—Los obreros deben trabajar en amor, ali-
mentando, limpiando y vistiendo a los que necesitan su ayuda. En
esta forma estos pecadores están preparados para saber que alguien
cuida de sus almas. El Señor me ha mostrado que muchos de es-
tos pobres seres perdidos para la sociedad, por medio de la ayuda
de agentes humanos, cooperarán con el poder divino y tratarán de
restaurar la imagen moral de Dios en otros por quienes Cristo ha
pagado el precio de su propia sangre. Serán llamados los elegidos
de Dios, preciosos, y estarán próximos al trono de Dios. ...
El Señor está trabajando para alcanzar a los más depravados.
Muchos conocerán lo que significa el ser atraídos hacia Cristo, pero
no tendrán el valor moral para luchar contra los apetitos y pasiones.
Pero los obreros no deben desalentarse por eso, porque está escrito:
“En los venideros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a
espíritus de error y a doctrinas de demonios”.
1 Timoteo 4:1
. ¿Acaso
sólo aquellos que han sido rescatados de los abismos más profun-
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dos reincidirán? Hay quienes en el ministerio han tenido luz y un
conocimiento de la verdad y que no serán vencedores. No restringen
sus apetitos y pasiones ni se niegan a sí mismos por amor a Cristo.
Muchos pobres perdidos, aun publicanos y pecadores, se asirán de
la esperanza presentada a ellos en el Evangelio, y entrarán en el
reino de los cielos antes que aquellos que han tenido grandes opor-
tunidades y mucha luz, pero que han caminado en tinieblas. ... Mis
hermanos y hermanas, tomad vuestro lugar al lado del Señor, y sed
fervientes, activos, valerosos colaboradores con Cristo, trabajando
con él para buscar y salvar a los perdidos.—
Ibid. 5:74, 75
.