Página 224 - El Ministerio de la Bondad (1977)

Basic HTML Version

220
El Ministerio de la Bondad
Una alcancía de abnegación en el hogar
—Tenga cada uno
una alcancía de abnegación en su hogar, y cuando piense que deba
gastar peniques y chelines en complacencia propia, recuerde a los
necesitados y hambrientos de Africa y la India y a los que están cerca
de su puerta. Hay pobres entre nosotros. Practicad la economía y en
todo presentad vuestros casos a Dios. Pedidle que os dé el espíritu de
Cristo, para que seáis en el sentido pleno de la palabra discípulos de
Cristo y recibáis su bendición. Al apartaros del culto del yo y al tratar
de aliviar el sufrimiento de la humanidad, orad para que Dios os dé
una verdadera obra misionera que hacer por las almas. Entonces los
que vengan a rendir culto en la casa de Dios verán gente vestida
con atavíos modestos en armonía con la fe y la Palabra de Dios.
Son estas cosas las que roban el amor y la confianza del pueblo de
Dios en su Hacedor, las que echan a perder la experiencia religiosa
y crean un egoísmo que Dios no puede contemplar.—
Manuscrito
52, 1898
.
El segundo diezmo
—A fin de fomentar las reuniones del pueblo
para los servicios religiosos y también para suplir las necesidades de
los pobres, se le pedía a Israel que diera un segundo diezmo de todas
sus ganancias. Con respecto al primer diezmo el Señor había dicho:
“He aquí yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel”.
Números 18:21
. Y acerca del segundo diezmo mandó: “Y comerás
delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere para hacer
[288]
habitar allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino, y de tu
aceite, y los primerizos de tus manadas, y de tus ganados, para que
aprendas a temer a Jehová tu Dios todos los días”.
Deuteronomio
14:23
; véase
vers. 29
y
16:11-14
. Durante dos años debían llevar este
diezmo o su equivalente en dinero al sitio donde estaba el santuario.
Después de presentar una ofrenda de agradecimiento a Dios y una
porción específica para el sacerdote, el ofrendante debía usar el
remanente para un festín religioso, en el cual debían participar los
levitas, los extranjeros, los huérfanos y las viudas. ... Pero cada tercer
año este segundo diezmo había de emplearse en casa, para agasajar
a los levitas y a los pobres, como dijo Moisés: “Y comerán en tus
villas, y se saciarán”.
Deuteronomio 26:12
. Este diezmo había de
proveer un fondo para los fines caritativos y hospitalarios.—
Historia
de los Patriarcas y Profetas, 570
.