Apéndice incidentes personales de Elena G. de
White en la obra de asistencia social
Al paso que durante toda su vida la señora de White prestó
atención a las necesidades de los que la rodeaban, hubo veces cuando
esas necesidades fueron especialmente agudas. No se pretende en
las páginas siguientes presentar un relato exhaustivo, sino más bien
presentar algunos incidentes típicos acerca de los cuales ella llevó
un registro en su diario y en sus cartas. Estos extractos presentan un
vasto campo de la obra de caridad de ella, con un énfasis mayor en
dos períodos de su vida, uno más bien en los comienzos de ella y el
otro al final de la misma.
En los “Apuntes” del diario de 1859 vemos a la señora de White
como a una madre de 31 años de edad, con tres hijos vivarachos,
que cumplía con las tareas de su hogar, escribía, viajaba y predicaba,
y al mismo tiempo ayudaba a aquellos que la rodeaban cuando
sufrían o estaban en necesidad. Durante la década de 1890 a 1900 la
observamos en Australia, durante un período de intensa y prolongada
crisis, rodeada por todos lados con necesidades dolorosas. Junto con
esto, el lector también encontrará una cantidad de declaraciones que
ayudan a rastrear las huellas de sus actividades caritativas a través
de toda su vida.
El lector observará que las anotaciones del diario de Elena G.
de White están registradas en un estilo terso, a veces en frases
cortas y con frecuencia usando el tiempo presente. Ciertamente,
también se reconocerá que el relato puramente biográfico, tal como
fué registrado por Elena G. White durante sus actividades diarias,
no constituye una instrucción para la iglesia y, por lo tanto, no ha
de ser considerado como un testimonio autorizado. Esto también es
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verdad en cuanto a las referencias biográficas tomadas de las cartas
de Elena G. de White. Sin embargo, su ejemplo añade énfasis a su
precepto.
La preocupación que sentía la señora de White, el sentido de su
responsabilidad hacia los dolientes y necesitados que estaban cerca
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