Página 272 - El Ministerio de la Bondad (1977)

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El Ministerio de la Bondad
sin empleo y eso significa privaciones, hambre, aflicción y opresión.
No puedo ver otra cosa sino ayudar a estas pobres almas en su gran
necesidad, y lo haré, si el Señor lo quiere. Y él ciertamente lo quiere.
Su palabra es segura y no puede fallar, ni ser cambiada por ninguna
de las argucias humanas para evadirla.
Debemos ayudar a los necesitados y oprimidos para que Satanás
no los arrebate de nuestras manos, de nuestras filas y los coloque en
las filas de él, mientras estén bajo la tentación.—
Carta 42, 1894
.
Haciendo compras para hacer frente a las necesidades de
los pobres
—Hoy voy a Sydney a comprar algunas mercaderías en
las liquidaciones. Estas ventas las hacen para limpiar las tiendas
de sus mercaderías viejas. Los pobres que nos rodean sufren por
falta de alimento y ropa y puedo comprar ventajosamente visitando
esos negocios. Economizamos en todo lo posible y hay necesidad
de hacerlo. ... Hay muchos pobres que están desesperados por falta
de alimento y ropa que pertenecen a la familia de la fe. Nuestras
billeteras apenas alcanzarían para suplir las necesidades de los que
conocemos. Jesús dice: “En cuanto lo hicisteis a uno de estos mis
hermanos pequeñitos, a mí lo hicisteis”. ¡Cuán preciosas son estas
palabras de consuelo para el pobre!—
Carta 39, 1895
.
Se organiza una Sociedad de Beneficencia Dorcas
—El do-
mingo ha sido un día muy ocupado para nosotros, haciendo planes
para los muy, muy pobres y poniendo en práctica algunos planes,
que me aliviarán y también aliviarán a mi familia, de hacer todo lo
que hay para hacer. La hermana C., una digna mujer, está postrada en
cama con ciática. Tiene un hijo de trece años y una madre anciana,
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que es inválida y no tiene medios para sostenerse. La madre ha sido
ayudada por sus hijos, que han pagado el alquiler de la casa, y como
las cosas se han ido poniendo cada vez más difíciles, esto es todo lo
que ellos parece que pueden hacer. También tenemos al hermano R.
y su esposa, con cuatro hijos desvalidos. El hace todo lo que está a
su alcance para sostener a sus hijos inocentes, pero siempre están en
necesidad. Saca poco de su fruta. Visitamos ahora a todos los miem-
bros de la iglesia para ver si pueden darnos vestidos usados para
estas familias desvalidas. He estado comprando buenos materiales
en las liquidaciones para regalarles, y he conseguido alimentos para
ellas.