Página 277 - El Ministerio de la Bondad (1977)

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Apéndice incidentes personales de Elena G. de White...
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Sara y el hermano J. han ido para ver cuál es la situación. Si el
hermano C. puede ser trasladado, él debe ser traído más cerca de
nuestro alcance, aunque tenga que ser transportado en una camilla.
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No podemos dejarlo postrado y que se muera, dejando a su esposa e
hijos a la merced de quien quiera tener compasión de ellos. ...
21 de marzo
—Justamente ha vuelto Sara con las buenas nuevas
de que el hermano C. está mucho mejor. Cayó enfermo, pero el señor
Pringle, que pudo visitarlo, encontró que su caso era muy diferente
que el caso del señor B. El hermano C. sigue la reforma pro salud, y
cuando se le dió un vigoroso tratamiento se dominó la fiebre. Está
débil, pero levantado y vestido y está alegre y contento en el Señor.
Sara dijo que el maíz está creciendo y que ayudará mucho para el
sustento de su familia. Ellos tienen un molinillo y muelen el maíz
una y otra vez hasta que está bien pulverizado. Con esto hacen su
pan, porque no tienen dinero para comprar harina refinada. Nosotros
les enviaremos algo de harina. Este es el trabajo que debe ser hecho
en muchos casos. Debemos precisamente ayudar a los hombres a
que se ayuden a sí mismos.
El hermano C. es de tal naturaleza que, si tiene salud no será
capaz de depender de nadie. Pero el hombre que le compró su
embarcación, no le ha pagado nada, porque no pudo hacerlo. W.
C. White vió la necesidad del hermano C. y pidió prestadas ocho
libras de nuestro herrero y se las dió en préstamo a él, para que
pudiera comenzar. Y todos estamos alegres y más que asombrados
al ver el comienzo que ha hecho. Unas seis hectáreas han sido
limpiadas y plantadas con maíz tierno y maíz forrajero. Van a comer
el maíz tierno y van a vender el forrajero. Estas plantas que han sido
cultivadas ayudan mucho en el sostén de la familia. Los muchachitos
trabajan con su padre como pequeños agricultores. Son tan fervientes
y llenos de celo, que es divertido verlos y ver con cuánta alegría
se ocupan de su trabajo. No tienen muchas amistades fuera de sus
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relaciones familiares, pero están en la mejor escuela en que pudieran
estar.—
Carta 48, 1899
.
La primera atención debe prestarse a los miembros necesi-
tados de la iglesia
—Hay familias que han perdido el empleo que
tuvieron durante veinte años. Un hombre y su esposa tienen una
familia numerosa que nosotros hemos estado ayudando. Yo pago los
gastos escolares de cuatro niños. Vemos muchos casos que debemos