Página 278 - El Ministerio de la Bondad (1977)

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El Ministerio de la Bondad
ayudar. Son hombres excelentes, a los que hemos ayudado. Tienen
familias numerosas, pero son los pobres del Señor. Un hombre era
carrocero, ebanista y carpintero de carretas, y un caballero de eleva-
da categoría a la vista de Dios, que lee el corazón de todos. Durante
tres años, proporcionamos ropa de nuestra familia a esta familia.
Trasladamos a esta familia a Cooranbong Esperamos ayudarles a
conseguir un hogar este invierno. Les permito vivir en mi galponcito,
y ellos le han puesto tejado de metal y han vivido allí un año. Todos
aman a este hombre, su esposa e hijos. Debemos ayudarlos. Tienen
a un padre y una madre a los que deben sostener. Hay tres familias
que están en esta misma situación en los terrenos del colegio, y ¡oh,
si tuviéramos dinero para ayudarles a construir una sencilla casa de
madera, cuán contentos estarían! Uso cada penique que tengo en
ayudarles. Pero para mí hay diferencia entre ayudar a uno que es un
pobre de Dios, que guarda sus mandamientos y que perdió el puesto
que tenía por guardarlos, o [a otro que] es un blasfemo que pisotea
los mandamientos de Dios. Y Dios toma en cuenta la diferencia.
Debiéramos hacer de estos hombres y mujeres colaboradores con
Dios.—
Carta 45, 1900
.
[358]
“Ayudamos todo lo que pudimos”
—En Australia hemos trata-
do de hacer todo lo que pudimos en este sentido. Nos establecimos
en Cooranbong y allí, donde la gente tiene que recorrer cuarenta
kilómetros para buscar a un médico y pagarle veinticinco dólares
por una visita, ayudamos a los enfermos y dolientes todo lo que pu-
dimos. Viendo que entendíamos algo de enfermedades, la gente nos
trajo sus enfermos y los cuidamos. Así derribamos completamente
el prejuicio en aquel lugar. ...
La obra médico-misionera es la obra de avanzada. Ha de combi-
narse con el ministerio evangélico. Es el Evangelio en la práctica, el
Evangelio ejercido prácticamente. Me ha entristecido mucho el ver
que nuestros hermanos no han emprendido esta obra como debieran.
...
Todo el cielo está interesado en la obra de aliviar los sufrimientos
de la humanidad. Satanás actúa con todos sus poderes para dominar
las almas y cuerpos de los hombres. Trata de atarlos a las ruedas de
su carroza. Me duele el corazón cuando miro a nuestras iglesias, que
debieran estar relacionadas con la obra médico-misionera de todo