Página 279 - El Ministerio de la Bondad (1977)

Basic HTML Version

Apéndice incidentes personales de Elena G. de White...
275
corazón y alma y práctica.—
The General Conference Bulletin, 12
de abril de 1901
.
La señora de White conservó amplias simpatías durante toda
la vida
Acongojada por la esposa del presidente McKinley
No
puedo dormir y han pasado las dos de la mañana. Con frecuencia
estoy despierta a la una de la mañana con mi corazón acongojado
en tierna simpatía por la atribulada esposa del presidente McKinley.
[359]
Uno ha sido tomado y la otra dejada. El hombre fuerte sobre cuyo
profundo afecto ella siempre podía descansar, ya no existe. Mientras
estuvo en salud, cumpliendo los deberes de su cargo, una mano apa-
rentemente amigable se le extendió, la cual el presidente McKinley
estuvo listo para estrechar. Esa mano de Judas sostenía una pistola y
disparó contra el presidente. Entre las amables escenas de gozo de la
vida, vienen dolores, tristezas, sufrimientos y tribulaciones. ¿Cómo
pudo hacer esta terrible acción asesina?
Mi corazón está en profunda simpatía con la que quedó. He
estado repitiendo vez tras vez: ¡Oh, cuán limitadas son todas las
palabras de la simpatía humana! Hay miles que hablarían palabras de
consuelo, si pudieran, al corazón quebrantado, pero no comprenden
cuán débiles son las palabras para consolar a la acongojada, que en su
debilidad siempre encontró un corazón humano en su esposo, lleno
de ternura, compasión y amor. No existe el fuerte brazo humano en
el cual se apoyaba la frágil y doliente esposa.
No deseo que nuestra hermana tenga menos pesar y menos amor
por el fiel esposo, sino que ella mirara ahora a su mejor Amigo,
Uno cuyo amor le ha sido expresado a ella toda su vida. Yo le
diría las palabras de
Isaías 61:1-3
: “El espíritu del Señor Jehová es
sobre mí, porque me ungió Jehová; hame enviado a predicar buenas
nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a
publicar libertad a los cautivos, y a los presos abertura de la cárcel.
A promulgar año de la buena voluntad de Jehová, y día de venganza
del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; a ordenar a Sión
a los enlutados, para darles gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo
William McKinley (1843-1901) fué presidente de Estados Unidos, elegido en 1897,
y asesinado por un anarquista.—
Los editores
.