Asistencia a los desvalidos sin trabajo ni hogar
125
estarás, y el hombre a quien prestaste, te sacará afuera la prenda.
Y si fuere hombre pobre, no duermas con su prenda.” “Si tomares
en prenda el vestido de tu prójimo, a puestas del sol se lo volverás:
porque sólo aquello es su cubierta, ... en el que ha de dormir: y será
que cuando él a mí clamare, yo entonces le oiré, porque soy miseri-
cordioso.” “Cuando vendiereis algo a vuestro prójimo, o comprareis
de mano de vuestro prójimo, no engañe ninguno a su hermano.”
Deuteronomio 24:17, 10-12
;
Éxodo 22:26, 27
;
Levítico 25:14
.
“No hagáis agravio en juicio, en medida de tierra, ni en peso, ni
en otra medida.” “No tendrás en tu bolsa pesa grande y pesa chica.
No tendrás en tu casa epha grande y epha pequeño.” “Balanzas
[142]
justas, pesas justas, epha justo, e hin justo tendréis.”
Levítico 19:35
;
Deuteronomio 25:13, 14
;
Levítico 19:36
.
“Al que te pidiere, dale; y al que quisiere tomar de ti prestado,
no se lo rehuses.” “El impío toma prestado, y no paga; mas el justo
tiene misericordia, y da.”
Mateo 5:42
;
Salmos 37:21
.
“Reúne consejo, haz juicio; pon tu sombra en medio del día
como la noche: esconde los desterrados, no entregues a los que
andan errantes. Moren contigo mis desterrados, ... séles escondedero
de la presencia del destruidor.”
Isaías 16:3, 4
.
El plan de vida que Dios dió a Israel estaba destinado a ser una
lección objetiva para toda la humanidad. Si estos principios fueran
practicados hoy, ¡cuán diferente sería el mundo!
Dentro de los dilatados límites de la naturaleza hay todavía
sitio para proporcionar morada al que sufre y al necesitado. En el
seno de ella hay recursos suficientes para suministrarles alimento.
Escondidas en las profundidades de la tierra, yacen bendiciones
para todos aquellos que tienen ánimo, voluntad y perseverancia para
acopiar sus tesoros.
El cultivo del suelo, ocupación que Dios asignó al hombre en el
Edén, abre campo en que muchedumbres enteras pueden ganarse el
sustento.
“Espera en Jehová, y haz bien;
vivirás en la tierra, y en verdad serás alimentado.”
Salmos 37:3.