Página 161 - El Ministerio de Curacion (1959)

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La oración por los enfermos
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uso de simples agentes naturales. Aunque no favorecía la medicación
por drogas, sancionaba el uso de remedios sencillos y naturales.
Cuando hayamos orado por el restablecimiento del enfermo, no
perdamos la fe en Dios, cualquiera que sea el desenlace del caso.
Si tenemos que presenciar el fallecimiento, apuremos el amargo
cáliz, recordando que la mano de un Padre nos lo acerca a los labios.
Pero si el enfermo recobra la salud, no debe olvidar que al ser
objeto de la gracia curativa contrajo nueva obligación para con el
Creador. Cuando los diez leprosos fueron limpiados, sólo uno volvió
a dar gracias a Jesús y glorificar su nombre. No seamos nosotros
como los nueve irreflexivos, cuyos corazones fueron insensibles a
la misericordia de Dios. “Toda buena dádiva y todo don perfecto es
de lo alto, que desciende del Padre de las luces, en el cual no hay
mudanza, ni sombra de variación.”
Santiago 1:17
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